Pinceladas en el Mercat
La compañía de danza contemporánea Aracaladanza ofrece tres coreografías inspiradas en cuadros de El Bosco, Magritte y Miró
Trilogía es un término normalmente asociado al ámbito de la literatura y del cine y que, curiosamente, cambia por completo de registro cuando se trata, por ejemplo, de los espectáculos de la compañía de danza contemporánea Aracaladanza.
Porque son tres espectáculos de baile – Pequeños paraísos, Nubes y Constelaciones– los que pueden y podrán volver a verse en los próximos días en el Mercat de les Flors, que es además coproductor de los dos últimos.
Enrique Cabrera, director y fundador de Aracaladanza, explicó que la idea de crearlos nació de la voluntad de reflexionar acerca de las obras realizadas por tres artistas muy concretos –El Bosco, René Magritte y Joan Miró– e intentar y plasmar la percepción que tuvo de ellas. La mejor y más adecuada manera de ha- cerlo fue, recuerda, creando unas coreografías aptas para todos los públicos, pero dirigidas hacia el sector infantil. A pesar de ello, Cabrera siempre ha dejado claro e insiste a menudo que en estas piezas no hay movimientos específicos para niños
Pequeños paraísos, que podrá verse hasta el próximo martes y del 2 al 4 de enero, está basado en el cuadro El jardín de las delicias, gloriosa pieza de El Bosco. Un cuadro que, como confiesa el propio Cabrera, “me enamoró, así que quise dedicarle una coreografía de danza”. En dicha coreografía, además de bailarines de carne y hueso, intervienen también elementos inmateriales como títeres, reflejo del pasado de Cabrera como titiritero y que utiliza como imaginativo recurso para representar el gran número de personajes del cuadro del artista flamenco.
A este espectáculo le seguirá Nubes, los días 10, 11, 17 y 18 de enero. La creación de esta espectáculo bebe del magisterio pictórico de René Magritte y se articula sobre una coreografía en la que prima el uso de objetos cotidianos, habituales en los cuadros del artista. El relevo llegará con Constelaciones, el 24 y el 25 de enero, inspirada en el catalán Joan Miró. El uso de colores planos, predominantes en la mayoría de sus obras, es la característica que mejor define el espectáculo. Una coreografía que, para Cabrera, supera a sus antecesoras y culmina su trilogía.