“La Navidad se llama SonarKids”
CosmoCaixa acoge este fin de semana y el próximo un espectáculo tecnológico-musical y un taller de máscaras que permiten que los más pequeños aprendan jugando
Un taller de máscaras de colores, un show tecnológico-musical, niños que se sienten como en el patio del recreo y padres que actúan a su vez como maestros inundan este fin de semana y el próximo el recinto de CosmoCaixa en Barcelona.
Margarida Serra es una de esas maestras. de su hijo Mateu y también de un colegio, que repite la experiencia por el valor pedagógico que comporta. “Es muy interesante porque es una actividad que hacemos juntos. Estuvimos el año pasado y pensamos que es una cita obligatoria cada año. En aquella ocasión cada niño tenía que traer un instrumento de manera que la actividad y el aprendizaje ya empezaban en casa”, explica Margarida.
La pantalla del Auditori muta durante una hora y se convierte en la pantalla de un videojuego de la mano, guitarra y voz de Kumisho, un trío franco-japonés de pop electrónico. Las pantallas desprenden un velo de misterio, dejando boquiabiertos a los niños con los dibujos proyectados en el vestido de la cantante Kumisolo y con cada nueva pantalla diseñada por Shoboshobo. En las últimas canciones son precisamente los más pequeños los auténticos protagonistas mientras bailan y se ríen bajo la lluvia de flashes de los móviles de sus padres. La interacción supone el mejor aliado, también presente en los juegos de la actuación y en el taller de diseño de máscaras, que es la primera actividad plástica de SonarKids. Kumisolo expone: “Los niños tienen una reacción muy directa, bailan y se dejan ir mientras los adultos se lo suelen pensar demasiado”.
El SonarKids pretende acoger a padres omnívoros culturalmente, según Lluís Noguera, director de CosmoCaixa. “La Navidad en CosmoCaixa se llama SonarKids. Los lenguajes artísticos no distinguen entre ciencia y arte; queremos ofrecer la posibilidad de mezclar lenguajes”, afirma. Aquí se mezclan lenguajes y también lenguas a través de la musicalidad ya que las canciones son en francés, japonés e inglés. El castellano se introduce gracias al robot y guitarrista Romanovski, a la vez intérprete de Kumisolo.
Una cita, pues, para niños y padres, en que el museo de la ciencia se convierte en un baile de máscaras y experimenta para descubrir nuevos universos.
En SonarKids se mezclan lenguajes y lenguas distintas para enriquecer a los niños en su aprendizaje