La vida misma
La chapuza del AVE de Girona se ha cobrado su primera víctima antes de final de año, como prometió la ministra de Fomento, Ana Pastor, al conseller de Territori, Santi Vila, aquella aciaga tarde del domingo 30 de noviembre tras la segunda inundación de la flamante estación del tren. El pacto político que explicamos aquí hace tres semanas consistía en que, antes de anunciar destituciones, se corregiría el desaguisado causado por los mismos responsables de Adif. Y así ha sido. El pozo por donde entró la tromba de agua ya está tapado, y las posibilidades de una nueva riada en el túnel son ahora remotas.
¿Se han acabado aquí los problemas con Adif en Catalunya? No, pero los técnicos ministeriales han tomado buena nota de la determinación de la ministra de las consecuencias que sufrirán si vuelven a avergonzarla con fiascos como el de Girona. Y es que los tiempos y las necesidades políticas son distintos a la agenda funcionarial. Tanto es así que algunos de estos últimos no se cortan cuando recuerdan a sus jefes políticos de turno que los cargos electos son pasajeros mientras que ellos, técnicos y funcionarios, permanecen. Es evidente que la solución no pasaría por cambiar a los equipos técnicos cada vez que entre un gobierno nuevo, pero está claro que el sistema perenne actual tampoco es eficaz.
Los políticos noveles se quejan amargamente de la lentitud y la burocracia para ejecutar los proyectos prometidos y cuando están más curtidos, adaptan sus discursos para disimular la exasperante velocidad que adquieren sus iniciativas. Algunos exresponsables políticos admiten que cuando el funcionariado se lo
La política choca a menudo con la ineficacia funcionarial que puede frenar proyectos de forma incomprensible
propone, los proyectos se pueden eternizar. Este es el caso del desdoblamiento de la línea ferroviaria Barcelona-Vic, la llamada R3, planteada desde 1996, incluida en el plan estratégico metropolitano 2001-2010 y en el plan de Rodalies para Barcelona del Ministerio de Fomento. Este proyecto lleva casi 20 años saltando de cajón en cajón. En octubre, la ministra y el conseller se interesaron por esta obra que sigue igual de parada a pesar de que Pastor y Vila anunciaran públicamente hace un año que la impulsarían durante este 2014. Por eso, pidieron explicaciones por el motivo de este enorme retraso. Los altos funcionarios no atinaron a dar una respuesta convincente, más allá de repetir que el proyecto había estado encallado porque se quería soterrar un tramo. Los técnicos olvidaban que la solución planteada en el 2013 resolvía esta situación ya que el desdoblamiento no se plantea ahora en todo el recorrido entre Montcada y Vic sino sólo en tres puntos. Ante la insistencia de ambos políticos por escuchar razones más comprensibles, un destacado funcionario del ministerio concluyó que este intolerable retraso era “culpa de la vida misma”. ¿Qué se puede hacer ante una respuesta tan profunda?