Humor filosófico
MÁXIMO SAN JUAN ARRANZ, ‘MÁXIMO’ (1933-2014) Dibujante y humorista gráfico
Máximo San Juan Arranz, dibujante, humorista gráfico y escritor, conocido popularmente como Máximo, murió ayer en su domicilio de Madrid a los 82 años, a consecuencia de una parada cardiorrespiratoria.
Nacido en Mambrilla de Castrejón (Burgos), vivió en Valladolid, donde hizo de locutor, guionista y jefe de programas en Cadena Azul. En 1962 abandonó la radio y se centró en el dibujo. Instalado en Madrid, trabajó en la revista Juventud, donde publicó sus primeras viñetas. Después, desarrolló una dilatada tarea como humorista gráfico en Arriba, Pueblo, La Codorniz, El Correo Catalán, La Vanguardia, Por Favor, Triunfo, Interviú y ABC, entre otras publicaciones.
Sin embargo, su colaboración más extensa la hizo en el diario El País, donde dibujó una viñeta diaria durante treinta años (1977-2007). En La Van
guardia publicó dibujos durante dos años, de 1974 a 1976, en una sección que se titulaba Dos aguas. Sus últimos trabajos los publicó en ABC a partir del 2008.
Máximo siempre cultivó un estilo sintético y esquemático, plagado de componentes de humor filosófico y abstracciones, con comentarios y aforismos que buscaban más la reflexión inteligente, que la carcajada fácil. Uno de sus símbolos preferidos era el triángulo de Dios.
Hombre de firmes convicciones éticas, sociales y políticas, por su ingente tarea dedicada al humor y a la solidaridad, recibió diferentes galardones, como el premio Internacional de Humor Gat Perich, el premio Mingote, el premio Joaquín Costa de Periodismo (por sus trabajos sobre la paz), el premio de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) o el premio de la asociación ProDerechos Humanos. Más allá del humor gráfico, también publicó varios libros, como Historias impávidas, Este País, Carta abierta a la censura, Diario apócrifo, El poder y viceversa, Animales políticos, No a la OTAN y otros incordios o Hipótesis.
El traspaso de Máximo ha dejado un poso de tristeza entre los compañeros de profesión. Para Antonio Fraguas,
Forges, “Máximo ha sido uno de los puntales fundamentales para el desarrollo del humor gráfico en España, con un trabajo tan personal como unívo- co. Si el humor tiene que hacer pensar, en eso Máximo era un gran experto”. Forges ha destacado “su gran preparación intelectual, que nos ha enseñado a todos como estar en la vida a través de la cultura”. Finalmente, ha elogiado “su humor gráfico muy formado, continuando grandes escuelas internacionales, entre ellas la norteamericana y la alemana”.
Ayer mismo, el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, emitió un comunicado donde, entre otras cosas, afirmaba que “el humor gráfico español y, en un sentido más amplio, el periodismo español en su conjunto, está de duelo. Junto a figuras ya desaparecidas como Chumy Chúmez, Summers, Mingote u otros humoristas gráficos que siguen trabajando, como Forges o Andrés Rábago, Máximo ha sido una voz en la cual el humor era un vehículo para trasladar firmes convicciones éticas, sociales y políticas”.
Máximo estaba casado con Pilar Guijarro Ortiz de Zárate y era padre de cuatro hijos, entre ellos el actor Alberto San Juan. Hoy a las dos sus restos serán incinerados en el parque cementerio La Paz, de Madrid.