El abstracto en tiempos revueltos
ELOY GIMÉNEZ LAGUARDIA (1927-2015) Pintor, diseñador y arquitecto
El pintor zaragozano Eloy Giménez Laguardia, último miembro vivo del Grupo Pórtico, del que formaban parte también los ya fallecidos Santiago Lagunas y Fermín Aguayo, murió el pasado viernes en San Sebastián, ciudad en la que residía desde 1952, a los 87 años.
Giménez Laguardia fue el impulsor y aglutinador del grupo de artistas zaragozanos Pórtico, un colectivo pionero de la abstracción en España, auspiciado por José Alcrudo, el propietario del quiosco librería Pórtico, que dará nombre al grupo. Formado inicialmente por una decena de artistas, finalmente se consolidó con los tres mencionados, que desarrollaron sus actividades conjuntas entre 1947 y 1951, fecha en que se disolvió.
Eloy G. Laguardia rompería pronto lazos con este pasado colectivo y en las entrevistas no le gustaba hablar de él. Pero nunca dejaría ya de pintar. En 1952, tras casarse con Ignaci, hermana de la esposa de Santiago Lagunas, residió seis meses en Madrid, y luego fijó su residencia en San Sebastián, donde trabajó durante muchos años de delineante proyectista en una empresa de electricidad. En los últimos años se dedicó a cuidar de su esposa, víctima de un cáncer.
Eloy Giménez, de familia humilde y obrera, realizó sus primeros estudios en el colegio zaragozano Gascón y Marín, en la plaza de los Sitios, muy cercano a la Escuela de Artes y Oficios, donde prosiguió su formación. Finalmente ingresó, como aprendiz de delineante, en la empresa Maquinaria y Fundiciones del Ebro. Allí coincidiría con Fermín Aguayo, un burgalés que había huido de su ciu-
dad tras la Guerra Civil, que sería su gran amigo y compañero de aventuras artísticas y con el que volvería a coincidir en el servicio militar. Pronto entrarían en contacto con Lagunas, el teórico de Pórtico, un proyecto pictórico bajo cuya etiqueta los tres participarían en importantes exposiciones como las de la galería Buhholz, en Madrid, en 1948; en la sala Studio de Bilbao, el mismo año, o la de la sala Alerta, en Santander, en 1949.
En Zaragoza protagonizaron la remodelación del cine Dorado (antiguo cine Doré), en 1949, imprimiendo al viejo local un diseño y una decoración sumamente vanguardistas, y en 1950 exponen en el primer Salón de Pintura Moderna, en la Lonja, y en el Centro Mercantil. En opinión de críticos como José Ignacio Bernués, Laguardia aportó al grupo Pórtico “su sentido de la innovación, su simbolismo, con signos emblemáticos recurrentes como la cruz, el círculo y su libertad visual, realizando una obra sólida, con óleo y goauche, de gran impacto”.
Santiago Lagunas, con motivo de su antológica en la Lonja, comisariada por Manuel Val Lerín, dijo de Eloy G. Laguardia que “era el más hondo de los tres, quizá porque había sufrido mucho. Su pintura era triste, muy triste”.
El mismo Manuel Val, profesor, crítico de arte y responsable del programa educativo Arte en la Escuela que organizó, en 1992, en la sala de exposiciones del instituto El Portillo de Zaragoza la primera muestra individual de Laguardia, comentaba que “los años de Pórtico fueron sin duda los más brillantes de este pintor. Realizó una pintura intensa, personal, de gran fuerza”. Según Val “se impregnó del misticismo de Santiago Lagunas y realizó obras de gran profundidad, pureza pictórica, sinceridad de corazón, a pesar de no poseer una gran técnica pictórica”.
Giménez Laguardia participó también en los 90 en importantes exposiciones colectivas, como la muestra de pintores aragoneses que entre 1993 y 1994 comisionaron en la Lonja zaragozana Concha Lomba y Gonzalo Borrás. Más recientemente, en 2010, la comisaria Dolores Dúcar incluyó obras suyas en la muestra titulada “La puerta abierta: el inicio de la abstracción. Grupo Pórtico y Grupo Zaragoza”, que tuvo lugar en la Sala de Exposiciones de Ibercaja.
Impulsó y aglutinó el grupo de artistas zaragozanos Pórtico, pionero de la abstracción