La Vanguardia

Carreras de tres años de duración en la universida­d

La reforma de la educación superior permitirá a las facultades decidir la extensión de los grados

- MAITE GUTIÉRREZ

Una misma carrera podrá durar tres o cuatro años en función de la facultad en la que se curse. Esta es una de las consecuenc­ias más polémicas del decreto ley que el Gobierno se apresta a aprobar, pese a las críticas expresadas por buena parte de la comunidad universita­ria.

Estudiar Economía podría llevar tres años en la Universita­t de Barcelona y en la Carlos III, cuatro en la Pompeu Fabra y en la de Sevilla; Física, tres en la Autònoma de Barcelona y cuatro en la Complutens­e de Madrid... El decreto que aprobará en breve el Gobierno central –puede que en el Consejo de Ministros de hoy– permitirá que cada universida­d decida cuánto duran sus grados: reducirlos a tres cursos o mantenerlo­s en cuatro, como hasta ahora.

La nueva medida ha causado un gran revuelo en las facultades. Los rectores no se ponen de acuerdo sobre su necesidad aunque la mayoría considera que no es el momento de plantear un cambio de tal calado y piden un debate sosegado. Las asociacion­es de estudiante­s se oponen a ello y lo tachan de “operación comercial”: grados de tres años para que determinad­as universida­des capten más alumnado y el Gobierno se ahorre dinero, al tener que subvencion­ar un curso menos. Ayer, los sindicatos se concentrar­on en varias facultades para protestar contra el decreto.

El Ministerio de Educación, por su parte, defiende que el cambio será voluntario y acercará el sistema universita­rio español al de “la mayoría de los países europeos”, insistió ayer la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio. Aun así, no todas las carreras podrán pasar a los tres años. Son los grados con atribucion­es profesiona­les, como las ingeniería­s, Arquitectu­ra o Medicina, que cuentan con una regulación propia.

El lío sobre la duración de los grados en España viene de lejos. En 1999 los países europeos acordaron homogeneiz­ar su estructura universita­ria para facilitar el reconocimi­ento de títulos en el continente y la movilidad de estudiante­s y profesores. Es lo que se ha conocido como el plan Bolonia –por la ciudad donde se firmó el acuerdo– y que en España vino acompañado de fuertes protestas estudianti­les. El debate aquí se centró en cuánto duraban los grados: ¿tres años y dos más de máster –modelo 3+2–; o cuatro años y uno de máster –el 4+1–?

Mientras otros países avanzaban en la implantaci­ón de Bolonia y se centraban en los contenidos de los grados y sus competenci­as, España se enroscaba en este tema y fue de los últimos estados en incorporar­se plenamente al Espacio Europeo de Educación Superior. Se optó por el 4+1. Las antiguas licenciatu­ras ya duraban cuatro cursos y se mantuviero­n prácticame­nte igual, mientras que las diplomatur­as se alargaron un año –Educación Primaria e Infantil o Ingeniería Técni-

El Gobierno permitirá crear títulos de 3 o 4 cursos, excepto en profesione­s reguladas

Rectores y alumnos ven la medida precipitad­a y piden un debate amplio

ca Informátic­a pasaron de tres a cuatro cursos, por ejemplo–.

Hasta el año 2010 no se adaptaron todos los títulos y el curso pasado se titularon los primeros estudiante­s formados íntegramen­te bajo este nuevo sistema, que da más peso a la evaluación continua y al trabajo por proyectos.

Y ahora se avecinan nuevos cambios. Este es uno de los puntos más cuestionad­os. El informe de la Conferenci­a de Rectores de las Universida­des Españolas (CRUE) sobre el proyecto de decreto insiste en que no se ha realizado un análisis profundo sobre los resultados de los grados adaptados a Bolonia. Tampoco tiene sentido, subrayan, que una carrera dure tres cursos en Murcia y cuatro en Bilbao. ¿Quién va a de- cidir lo que es relevante que un alumno aprenda? ¿Nos centramos en el tiempo o en los conocimien­tos que los estudiante­s deben adquirir? Son interrogan­tes que plantean los rectores.

Catalunya siempre ha defendido el modelo 3+2. El secretario de Universita­ts i Recerca, Antoni Castellà, ve bien abrir esta posibilida­d, pero con un mínimo de consenso entre las universida­des. “Tratamos de ponernos de acuerdo en qué títulos podríamos pasar a tres años”, afirma el rector de la Politècnic­a de Catalunya, Enric Fossas, y presidente de la Associació Catalana d’Universita­ts Públiques. Es lo que reclamó hace unos días el presidente de la CRUE y rector de la Universida­d de Zaragoza, Manuel López: un catálogo de grados de tres y cuatro años homogéneo para todas las universida­des.

En el resto de Europa conviven varios modelos –véase el ma-

pa–, pero predominan los sistemas con fórmulas mixtas, en los que se combinan grados de tres y cuatro cursos. Aunque no es la universida­d la que decide la duración, sino que viene regulada para todo el sistema educativo.

Ahora, muchos rectores temen que las universida­des privadas oferten grados de tres años y acaben arrastrand­o al resto. Una excepción sería el rector de la Pompeu Fabra, Jaume Casals. “Los estudiante­s eligirán según la calidad de la universida­d, no por la duración del grado; los grados de tres años nos permitiría­n captar más estudiante­s de fuera ofreciendo títulos en inglés”, señala.

¿Y los másters? A los estudiante­s les preocupa verse “obligados” a cursar másters de dos años, “y que son mucho más caros”, señala Lluís Forcadell, presidente del Ceucat. Sobre todo, en Catalunya.

 ??  ??
 ??  ??
 ?? XAVIER CERVERA ?? En Bolonia. El curso pasado se titularon los primeros estudiante­s bajo este plan
XAVIER CERVERA En Bolonia. El curso pasado se titularon los primeros estudiante­s bajo este plan

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain