El Espanyol resiste (1-0) y pasa a semifinales
El Espanyol contiene al Sevilla y se cita con el Athletic
Ni Glasgow ni Leverkusen, cuyo fantasma también se apareció ayer en Sevilla con el 0-0 del descanso. Eso ya es historia del españolismo, que ayer cerró el duelo de su última derrota europea con un gran partido y una gran clasificación para semifinales ante el Sevilla, su bestia negra, y a domicilio. Fue un gran partido del Espanyol y un mejor planteamiento de Sergio González, que supo administrar la ventaja de la ida y detuvo las avalanchas de un rival a la desesperada que nunca tuvo opción de remontar la eliminatoria. No faltó ni la emoción, que la puso Diogo cuando empalmó un disparo a las redes en el 88 para dar cinco minutos de vida al Sevilla. Insuficientes para la remontada que esperaba el sevillismo. Al Espanyol ya le espera el Athletic en semifinales.
El partido siguió el guión esperado: un Sevilla intenso espoleado por su público volcado en la búsqueda de esos dos goles que necesitaba para remontar la eliminatoria. Lo que quizá no esperaba el rival es que el Espanyol no se arrugó en ningún momento y tuvo un partido cómodo con todas las salvedades que conlleva jugar ante un equipo como el Sevilla y con una grada entregada como la de anoche. Los españolistas mantuvieron la calma y hasta gozaron de ocasiones claras.
Fue así en buena medida porque Sergio González presentó un once y un dibujo habituales. Las únicas novedades respecto al partido de ida fueron las de Héctor Moreno en lugar de Colotto en el eje de la defensa y de Lucas Vázquez por Montañés en la banda derecha. Enfrente, Unai Emery sí cambió su once y hasta la disposición de sus jugadores. Al técnico vasco no le quedaba otra que quemar todas sus naves y no dudó en matar para ello al meta del filial Sergio Rico para ubicar bajo palos a Beto, titular indiscutible en la Liga. También revolucionó toda su defensa cambiando de banda a Fernando Navarro, retrasando a Coke y dando entrada a Ko- lo, y salió arriba con todo, con Deulofeu y Bacca, el autor del gol de la esperanza sevillista, ya de inicio. Imitando el esquema del rival, el técnico sevillista alineó a dos hombres en punta.
En un ambiente realmente infernal, como preveía el técnico españolista, el Espanyol cedió pronto el control del balón al Sevilla, por más que dispuso ya en el segundo minuto de juego de una clara ocasión para avanzarse. Arbilla estrelló un balón en la escuadra de un libre directo en la frontal tras una falta de Pareja sobre Víctor Álvarez cuando este trataba de internarse.
En el 16 la tuvieron los locales. Bacca remató forzado un pase de la muerte de Deulofeu desde la línea de fondo. Aunque sólo un minuto después Sergio replicó, aunque remató al muñeco un centro de Lucas en una contra eléctrica. Era la principal arma blanquiazul, ya que cada vez que robaba un balón en la zona ancha el Espanyol se plantaba con cuatro hombres en el área sevillista.
ELLÍO DE UNA I Sergio González apenas modificó su once; Emery cambió piezas y esquema y rectificó en el descanso
Aunque la más clara de la primera parte llegó en el 29, cuando Carriço regaló un balón a Sergio en el centro del campo. El ariete llegó hasta la frontal, quebró a Pareja y erró en el momento decisivo al tirar una vaselina inofensiva.
Tras la reanudación, Emery volvió a corregir su once dando entrada a Diogo y Banega y retrasando a Carriço. Pero lo que anoche necesitaba el Sevilla no eran tantos reajustes. Ni eso ni las malas artes de Bacca, a quien Martínez Munuera perdonó la segunda amarilla en el arranque de ese segundo tiempo. Los locales mantuvieron su intensidad, aunque sin amenazar con claridad la meta de Pau. Apenas tres disparos desviados de Iborra, Gameiro y Deulofeu desde la frontal (59, 65 y 68), también respondidos por una acción de un Stuani recién entrado que atrapó Beto. Con la eliminatoria encarrilada, Sergio sacó a Colotto para jugar los últimos 20 minutos con cinco defensas y atar, pese al gol de Diogo, un resultado magnífico.