La Juana de Arco de Kíev
Clamor para que Moscú libere a la piloto ucraniana Nadía Sávchenko
Tras una sobresaliente carrera militar, con 33 años se diría que el mundo le sonríe. Pero no es así, porque hablamos de la ucraniana Nadezhda Sávchenko, encarcelada en Rusia, desde hace un mes en huelga de hambre y ayer trasladada al hospital de la prisión. Según sus abogados, su vida corre peligro.
Su caso se ha convertido en bandera contra Moscú. El Congreso de EE.UU. prepara una resolución para pedir su liberación, y esta semana ha hecho esta exigencia la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE). El líder ucraniano, Petró Poroshenko, se lo ha pedido por carta al ruso, Vladímir Putin.
Los fiscales rusos acusan a Nadía Sávchenko de complicidad en la muerte de dos corresponsales de la televisión rusa en un ata- que de mortero cerca de Luhansk el 17 de junio. La acusación sostiene que Sávchenko señaló al ejército las coordenadas para el ataque.
Según la versión rusa, llegó a Rusia en julio haciéndose pasar por una refugiada. La defensa de Sávchenko sostiene que fue atrapada por las milicias rebeldes el 18 de junio y luego trasladada a Rusia, algo que confirmaría un vídeo difundido el 19 de junio en YouTube en el que se ve cómo los rebeldes la interrogan. Esposada a una tubería amarilla, no da información y sólo dice: “Yo sólo pienso en Ucrania”.
Su odisea la ha convertido en centro de la batalla mediática entre Rusia y Ucrania. En las campañas por su liberación en las redes sociales se la ha comparado con Juana de Arco. La visión en los medios rusos ha sido diferente. El diario Tvoi Den la llamaba en verano “la hija de Satán”.
Nadezhda Sávchenko se ganó fama de soldado aguerrido por ser una de las primeras mujeres en graduarse en el prestigioso Instituto de la Fuerza Aérea de Járkov. Fue en el 2009 y se convirtió en piloto de helicópteros. Cumplía un sueño, que según su hermana Vira tenía desde los 16 años. Pero Nadía ya era una veterana militar. Operadora de radio y paracaidista, entre el 2004 y el 2008 fue la única mujer en el contingente ucraniano de paz en Iraq. El año pasado se unió al batallón Aidar, uno de los grupos de voluntarios creados para suplir las carencias del ejército ucraniano en este conflicto.
El partido Batkivshina, de la ex primera ministra Yulia Timoshenko, la presentó a las elecciones parlamentarias de octubre y fue elegida diputada. Tras su elección presentó su renuncia al ejército. Y, en diciembre, la Rada la incluyó en la delegación ucraniana ante la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. “Espero que su situación se resuelva rápidamente y pueda unirse a nosotros”, ha dicho esta semana la presidenta de la PACE, Ann Brasseur.