Rajoy y Sánchez ultiman su pacto para combatir el terror yihadista
Las negociaciones se alargan a última hora entre críticas de los otros grupos
Socialistas, populares y representantes del Gobierno ultimaban ayer el pacto antiterrorista para mejorar la eficacia en la persecución y castigo del yihadismo. No obstante, las negociaciones –empañadas de entrada por las reticencias de los grupos minoritarios ante lo que consideran un acuerdo “a dos” con invitación de mera “adhesión” al resto– se dilataron a última hora.
Tal como explicó en Riga el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, los negociadores del PP y el PSOE ya han superado el que hasta el miércoles era el principal escollo para suscribir el documento: la alusión explícita a la pena de prisión permanente revisable (o cadena perpetua) a la que serán condenados los terroristas con el nuevo Código Penal. Los socialistas querían que la referencia al castigo fuera sólo indirecta e implícita, mediante cita del artículo correspondiente del Código, y lo han conseguido. “Parece una fórmula meramente cosmética –explicó el ministro, puesto que el resultado a efectos de condenas no varía– pero va más allá porque, si en su día el PSOE está en condiciones de derogar la prisión preventiva revisable, podrá hacerlo sin necesidad de alterar el corpus del Código Penal que contiene las medidas de la lucha antiterrorista”.
Mientras Fernández Díaz hablaba así, el PSOE anunciaba que su secretario general, Pedro Sánchez, zanjaría el pacto en una conversación telefónica con el presidente Mariano Rajoy. Pero no pudo ser: más tarde, fuentes de Interior indicaron para calmar los ánimos que la negociación no se cerraría hasta hoy o se alargaría unas horas más.
El diálogo se centra en las precisiones jurídicas que exigen el PSOE y otros grupos para evitar problemas de seguridad jurídica o de extensión de las penalizaciones a conductas no terroristas. Pero en la esencia ya hay acuerdo. Y esa esencia se centra en tres aspectos: disociar el terrorismo de la pertenencia a una banda armada para poder condenar por este delito a los “lobos solitarios” de la yihad; perseguir el adoctri-
LA FÓRMULA PARA EL PACTO Fernández da la clave: eliminar, como pedía el PSOE, la mención a la cadena perpetua
ACUERDO TELEFÓNICO El líder del PSOE y el presidente del Gobierno se emplazan a cerrar hoy el pacto
namiento y el “adiestramiento pasivo” en la yihad vía internet, y redefinir y agravar las penas vinculadas a la captación de terroristas, la conspiración para atentar y el acopio de dinero o armas para materializar las acciones.
Los anuncios del PP y el PSOE de que el pacto antiterrorista estaba ayer “ultimándose” a falta de sólo unos “flecos” quedaron pronto deslucidos por las críticas y la negativa a sumarse de UPyD y la Izquierda Plural, añadidas a la ya conocida renuncia a firmar el documento de PNV y CiU.
El líder de IU, Cayo Lara, rechazó la pretensión de los dos partidos mayoritarios de imponerles “un plato cocinado en una mesa puesta”, dijo, con exclusión del resto de partidos. “Lo mínimamente democrático habría sido que el Gobierno hubiera re-
unido desde el principio a todas las fuerzas parlamentarias para consensuar un acuerdo”, afirmó.
El malestar de los grupos minoritarios había empezado a gestarse cuando Jorge Fernández y el titular de Justicia, Rafael Catalá, de un lado, y el portavoz socialista Antonio Hernando, de otro, anunciaron su principio de acuerdo, hombro con hombro en el Ministerio del Interior, el pasado 13 de enero.
El compromiso consistía en separar del resto de la reforma del Código Penal en curso, donde las discrepancias eran sustanciales, el capítulo con nuevas tipificaciones para combatir un terrorismo muy diferente del de ETA.
Las dos partes abrieron entonces una negociación para confeccionar la proposición de ley correspondiente, e invitaron a los otros grupos a participar en su redacción. Pero el anuncio previo en Interior ya había enrarecido el ambiente. Después, las formaciones pudieron seguir aportando sugerencias. La diputada de CiU Montserrat Surroca reiteró ayer la negativa de su grupo a suscribir el pacto y los mismo reparos por “el cómo” PP y PSOE lo habían pergeñado. Pero subrayó el de- seo de la federación nacionalista de sumarse, “como siempre”, a un acuerdo de este tipo.
Otras formaciones, como UPyD, sí hicieron propuestas. Pero el anuncio de que el acuerdo se cerraría en un mano a mano entre Rajoy y Sánchez llegó antes de que el partido de Rosa Díez recibiera respuesta a sus peticiones. “Empezaron mal, en un despacho y entre dos, y así siguen. Que no cuenten con UPyD”, afirmó.
Los nacionalistas vascos, que al igual que el UPyD asistieron a la ronda de conversaciones, ya adelantaron entonces que no firmarían; por la misma “cuestión de formas” y por otras de fondo sobre las que fijarían su posición en la tramitación parlamentaria.
Por lo demás, el pacto bipartidista sólo tiene asegurado el apoyo de grupos como Unión del Pueblo Navarro, Foro Asturias y Coalición Canaria.