Pendiente de un voto
La junta electoral catalana tiene el apoyo de 89 de los 90 diputados necesarios
Ala sindicatura electoral catalana –la que en la práctica sería el equivalente a la junta electoral– le falta un voto para que el Parlament pueda crearla en los pocos meses que restan antes de finalizar la legislatura. La aprobación de una ley sobre una administración electoral propia fue uno de los acuerdos que alcanzaron Artur Mas y Oriol Junqueras en su reunión del día 14 dentro del pacto global que daba continuidad al proceso soberanista. Y las formaciones respectivas, CiU y ERC, se pusieron manos a la obra para intentar llevarlo a la práctica, reactivando la ponencia del Parlament sobre la ley electoral –que precisamente se reúne hoy–, pero de momento topan con la aritmética, porque los números no les acaban de cuadrar.
Como la reforma del Estatut que se aprobó el 2006 estableció que el régimen electoral de Catalunya –incluida la administración electoral– será regulado por una ley que deberá ser aprobada por una mayoría de dos tercios –es decir, 90 diputados–, resulta que con la composición actual del Parlament le falta un voto. Los partidarios de sacarla adelan- te cuentan con 89 votos: 50 de CiU, 21 de ERC, 13 de ICV-EUiA, 3 de la CUP y 2 de las diputadas disidentes del PSC Marina Geli y Núria Ventura. Y, habida cuenta que la posición de PP y C’s es frontalmente contraria a la iniciativa, la única posibilidad que les queda para aprobar la sindicatura electoral propia en esta legislatura es que el PSC se sume.
El PSC, sobre el papel, podría estar de acuerdo. De hecho, en los trabajos realizados hasta ahora por la ponencia del Parlament sobre la ley electoral, el apartado de la administración electoral es el que más consenso había concitado y el que no tendría inconveniente para disponer de la mayoría de dos tercios necesaria. Pero el PSC no es partidario, en principio, de trocear el sistema electoral y preferiría aprobar conjuntamente tanto el bloque relativo a la sindicatura propia como a la fórmula electoral, que es lo que en realidad sigue impidiendo que la ley electoral catalana pueda ver la luz. El mismo Miquel Iceta se lo dejó claro a Artur Mas en la última sesión de control.
Y junto al papel clave, por tan-
El PSC tiene en sus manos aprobar en esta legislatura la sindicatura electoral pactada por Mas y Junqueras
to, que tiene el PSC en esta cuestión, el otro asunto central a dilucidar serán las características de la junta electoral y del conjunto de la administración electoral de Catalunya. Algo en lo que, sin embargo, no habrá solución mientras siga faltando un voto.