Un premio teñido de negro
¿Qué pueden hacer juntos policías, jueces, políticos, escritores, historiadores y editores apiñados en la acristalada planta siete de un edificio de la Diagonal? Asistir a la proclamación del premio Crims de Tinta, recuperado por RBA-La Magrana en su sexta edición, después de que el Departament d’Interior abandonara su patrocinio por falta de presupuesto. El ganador fue un filólogo leridano, Emilio Bayo, que se estrena como autor de novela policiaca con un título contundente: Puta pasta, Y la cosa pinta muy negra. Negra es la novela, negro literario es el oficio de uno de los protagonistas –un corrector que escribe los discursos de un político corrupto– y negro es también el dinero que mueve los hilos de la trama. Marc, el corrector, recibe el encargo de recoger en el domicilio del diputado catalán, sin adscripción política, pero que ha tenido experiencia de gobierno, un sobre con dinero ilegal, y en lugar de dinero se encuentra con un cadáver. A partir de aquí –cuenta Bayo– el corrector se verá envuelto en un enredo de crímenes ayudado por un policía desencantado. “Tiene lo que ha de tener una novela de género, ambición, traición, crímenes, corrupción y también un poco de humor”. ¿Humor negro? “No, dice, un toque de ironía que permite pasajes divertidos”. Hay incluso una banquera y entre los protagonistas, muchos perdedores que nunca llegaran a nada. Y por haber, hasta hay un personaje marginal que redacta el horóscopo de La Vanguardia y que ayudará a resolver el caso.
Bayo dice que se decidió a escribir novela negra, porque su anterior libro, eran cuentos ácidos llenos de amargura. “Con esta novela estoy seguro de que el lector se divertirá tanto como yo me he divertido escribiéndola: es de actualidad, aunque la empecé a es- cribir hace dos años, así que no me inspiré en casos reales de hoy”, se cura en salud.
Entre Albert Balle, director general de los Mossos, el conseller Espadaler de Interior o el juez mediático Elpidio Silva, había muchos escritores que participan en BCNnegra, el festival del que su comisario, Paco Camarasa, se mostraba orgulloso: “Ya se han agotado los programas que repartimos entre las librerías y
hemos tenido que reponerlos”. También Xavier Trias, que exhibía ese 5 por ciento que el Ayuntamiento de Barcelona dedica a cultura y que BCNegra ayuda a impulsar la candidatura a ciudad literaria de la Unesco, aunque el alcalde se viera en un brete al tropezar con tres erres seguidas al citar al presidente de RBA, Ricardo Rodrigo.
En una fiesta de novela negra no podía faltar un cadáver. Aunque fuera antiguo. El historiador José Enrique Ruiz Doménech comentaba las pesquisas que se siguen en las Trinitarias de Madrid para encontrar el esqueleto de Cervantes. “Ahora veremos si tenía razón Américo Castro cuando aseguró que Cervantes, como tantos otros escritores, era un judío converso”.
Emili Bayo gana el premio Crims de Tinta con un título contundente: ‘Puta pasta’