La Vanguardia

“Miguel Ángel veía almas en el mármol de Carrara”

Tengo 38 años. Soy parisina. Soy violinista y novelista. Vivo en pareja y tengo un hijo, Hector (8). ¿Política? Izquierdas y libertad. ¿Creencias religiosas? ¡Creo en el arte! He fundado el conjunto de música barroca L’Yriade. Cautivada por Miguel Ángel y

- VÍCTOR-M. AMELA

Cuándo empezó con el violín? Con cinco añitos pedí un violín... y con él sigo. ¿Cuestión familiar? No: mi padre era escultor... ¡Por eso veraneábam­os en Carrara! ¿La cantera del famoso mármol? Sí, el mármol con el que Miguel Ángel esculpió La Piedad, el David, el Moisés...

¿Dónde está Carrara? Al norte de Pisa, en la Toscana, en los Alpes Apuanos, asomada al mar de Liguria. Desde niña me cautivó esa cantera...

¿Por qué? Es una montaña de mármol, su blancura resplandec­e entre bosques verdísimos, caducifoli­os... Pasaba las tardes en la cantera, en silencio, entre piar de pájaros... Es como ver el molde de una catedral... Mágico lugar...

¿Desde cuándo se extrae mármol? Los romanos se prendaron de su mármol y fundaron la colonia de Carrara: hay por Italia estatuas y columnas romanas de más de dos mil años labradas en ese mármol...

Miguel Ángel no fue el primero, pues... Llegó sólo 1.500 años después, ja, ja... Me fascinó saber que, en la primavera de 1505, Mi-

guel Ángel se instaló en la cantera de Carrara... Vivió allí seis meses.

¿Para qué? Quiso elegir personalme­nte bloques de mármol para esculpir un encargo único: la tumba del papa Julio II.

¿Qué tiene de singular ese mármol? Es blanquísim­o, sin venas, puro, idóneo para esculpir estatuas sin romperse... Por eso era y es tan apreciado. ¡Era carísimo!

Y allí se presentó Miguel Ángel... Con 1.000 ducados, una fortuna... Tenía un talento divino, le bastaba con echar un vistazo a un bloque de mármol para saberlo todo.

¿Todo? Qué figura podía contener... Qué escultura encerraba cada bloque de mármol: cada uno tenía un alma. Miguel Ángel miraba la montaña de Carrara... y la veía llena de personajes, un universo de estatuas aprisionad­as.

Hermosa imagen. Qué sobrenatur­al capacidad para visualizar una figura tridimensi­onal dentro de un bloque de mármol... “Sólo quito lo que sobra, ¡la estatua está ahí!”, había dicho. Es para mí el ejemplo de artista total, superdotad­o.

¿Cómo era al llegar a Carrara? Tenía 30 años y era ya famoso: había esculpi-

do ron Furioso, Claro.La de Piedadtant­a una noche maestría¡con 24 entróen años! un con Algunos jovencito...velas en duda-la capillasu ¡Carácter!nombreen la que en estabala bandala escultura...de la Virgen.y cinceló

Mucholos quiero”,y muy decía. áspero. Trabajaba“No tengo solo, amigossin discí- ni pulosSí, Como ensimismad­oni ayudantes,un místico...en él su frente arte, al obsesionad­o,mármol... egocéntric­o...Pero generoso:No es nos analítico, regaló es su intuitivo.arte.

Su llega mundocon sus interiorob­ras, que era nos hermoso conmueveny eso por-nos que Aunque encierranf­uese malcarado,verdad universal,amargo, rabioso... eterna.

A ¿A complejosq­ué atribuye físicos. esa Era amargura?bajito, feo, con la nariz rota por una pelea de juventud... Eso le agrió el carácter. Le embelesaba la belleza masculina, la perseguía...

¿Homosexual?

Trascendía su impulso sexual con el arte, trascendía la anatomía masculina.

¿A quién admiraba Miguel Ángel?

Admiró a Pico della Mirandola, filósofo erudito, bello y elegante, que leía en griego, hebreo, árabe y caldeo y amenizaba las reuniones florentina­s: ahí nace el Renacimien­to, y un adolescent­e Miguel Ángel es testigo.

¿Qué hacía ahí?

Dibujaba tan bien desde tan joven... que los Médici le acogían: ¡entonces se admiraba a artistas y filósofos, no a futbolista­s!

¿Trató con Leonardo Da Vinci?

Leonardo era veinte años mayor, y se veían como rivales, no se tuvieron simpatía.

¿Ha descubiert­o algún detalle inédito de Miguel Ángel?

La grandeza de su alma, su alta exigencia como escultor, pintor, arquitecto, poeta... ¿Sabía que destruyó todos sus papeles, esbozos, notas...?

No. ¿Por qué?

Quiso que lo único que quedase fuera su arte, su obra. Y tuvo tiempo para decidir: ¡vivió 90 años! Y lo logró: ves su alma en su obra. Es lo que importa. 500 años... ¡y vive!

¿Para qué sirve el arte?

Para estar en el mundo, entender, mejorar. El arte infunde fe en la vida. ¡La belleza te hace bien! Y más en los malos tiempos. El arte transfigur­a.

La percepción de lo bello muta con el paso de los tiempos...

Miguel Ángel los atraviesa sin marchitars­e. Le veo en el mármol, depósito de vida... ¿Sabe de dónde sale el mármol?

No.

El mármol es el calcio de conchas marinas prehistóri­cas, comprimida­s por milenios en el seno de la Tierra: vida enterrada transmutad­a en la piedra viva de Miguel Ángel.

 ??  ?? MARC ARIAS
MARC ARIAS

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain