‘Confesionarios’, cestos y papeletas
En la era digital y de la inmediatez, la elección del presidente de la República Italiana necesita casi cuatro horas para cada ronda de escrutinio. Los electores –hay 1.009– se recluyen, uno por uno, en una cabina similar a un confesionario y luego depositan su papeleta en un curioso cesto. Las televisiones matan el tiempo con interminables tertulias y análisis políticos.