Estructuras de Estado
Después de una intensa labor en la Comisión de Economía, Finanzas y Presupuesto, para superar algunas diferencias, en estos próximos días de principios de febrero quedará definitivamente aprobado el presupuesto de la Generalitat para 2015 al tiempo que el Parlament ha convalidado el decreto ley por el que algunos funcionarios recuperarán pagas extras suspendidas anteriormente por problemas presupuestarios.
En el contexto del pacto para llevar a cabo las elecciones autonómicas el 27 de septiembre las fuerzas independentistas acordaron que el presupuesto de 2015 debería incluir partidas para ir avanzando en la creación de estructuras de estado. La realidad presupuestaria acordada en el Parlament dista mucho de ser suficiente para poner las bases de estas pretendidas estructuras de estado pues los recursos que se van a dedicar a preparar una hacienda independiente catalana y para poner los cimientos de una seguridad social catalana que garantizara –llegada la independencia– que los pensionistas o los desempleados podrían seguir cobrando lo que ahora reciben de las estructuras estatales han quedado en casi nada.
Esto no quiere decir que el proceso independentista haya acabado pero los trabajos del Consell Assessor per a la Transició Nacional plasmados en el Libro Blanco de la Generalitat y el del Ayuntamiento, Barcelona capital de un nuevo estado, han mostrado que son muchos los elementos –y algunos de ellos muy caros– a los que habría que atender para que Catalunya pudiera llegar a constituirse en Estado y esto sin tener en cuenta que la comunidad internacional y la
La realidad del presupuesto pone en evidencia que pensar en una rápida independencia es pura utopía
Unión Europea difícilmente aceptarían que Catalunya se constituyera en estado independiente. Sin tener en cuenta que siguen las tiranteces entre los partidos independentistas respecto a muchos temas e incluso respecto a la comparecencia del president Mas ante la comisión de investigación del caso Pujol, un grupo de juristas cuya cabeza visible es el juez Santiago Vidal ha elaborado una propuesta de Constitución para una eventual futura República Catalana independiente llevando al límite el optimismo sobre que Catalunya alcanzará la independencia.
La realidad del presupuesto pone en evidencia que pensar en una rápida independencia de Catalunya es una pura utopía y que en el caso de que los partidos independentistas consiguieran un mayoría holgada en las elecciones autonómicas del 27 de septiembre quedaría mucho por negociar y mucho por hacer para culminar el proceso de creación de un estado catalán.
Hay que ir por pasos y, antes de nada, hay que saber si el pueblo quiere hacer avanzar el proceso independentista o si esto es solamente el deseo de una minoría sobrerrepresentada –por una serie de causas– en el actual Parlament de Catalunya.