Vuelve el crecimiento económico
TRAS cinco años encadenados de recesión y estancamiento, la economía española ha vuelto a crecer en el 2014 y lo hace con una creciente aceleración. El impulso del último trimestre, con un aumento del 0,7% del producto interior bruto (PIB) sobre el anterior, es el más alto desde el 2007 y eleva el crecimiento anual hasta el 1,4%. Ello coloca a la economía española entre las más dinámicas de la zona euro, junto con Alemania, que ha crecido un 1,5%, además del caso excepcional de Irlanda, cuyo crecimiento se ha disparado hasta el 4,7%.
El dato del crecimiento económico avanzado ayer por el Instituto Nacional de Estadística supera en una décima las previsiones que había hecho el Gobierno. Coincide con la cifra de inflación avanzada del mes de enero, que vuelve a reflejar un nuevo descenso de los precios, del orden del -1,4%, y encadena con ello siete meses de caídas.
El incremento de la actividad económica y de las ventas –ha sido la mejor campaña de Navidad y de rebajas para el comercio desde hace años– confirma que la economía administra el citado dato de inflación negativa –que se debe en gran parte al abaratamiento de los precios del petróleo– como una mejora del poder adquisitivo que alienta un mayor consumo.
La confluencia del mayor poder de compra de los ciudadanos por el impacto de la caída del precio del petróleo con la rebaja del impuesto sobre la renta y con la creación de más de cuatrocientos mil nuevos empleos configura un escenario de aumento de la demanda interna (consumo e inversión) en los próximos meses que puede contribuir a consolidar la continuidad del crecimiento económico en el 2015. Esta diná- mica de crecimiento interno se verá acompañada por un más que probable incremento de las exportaciones, no sólo por las ganancias de productividad que ha logrado España, gracias al ajuste de costes que ha realizado, sino por la ventaja competitiva adicional derivada de la drástica depreciación del euro frente al dólar.
A los factores positivos citados habrá que sumar, a partir del mes de marzo, el inicio de la masiva inyección monetaria que hará el Banco Central Europeo, a razón de 60.000 millones de euros mensuales, hasta un billón de euros en dos años, para dinamizar la economía europea y alejarla de la deflación, que se sumará al millonario programa de inversiones del plan Juncker. Los empresarios alemanes registran ya el mayor nivel de confianza desde hace bastante tiempo. En la medida en que, gracias a estos estímulos, la eurozona salga del actual estancamiento, se beneficiará doblemente también la economía española, ya que Europa es el principal mercado de nuestras exportaciones. Todo ello hace que en el 2015 se pueda hablar, casi ya con toda seguridad, de un crecimiento económico para España sensiblemente superior a la previsión del 2% del producto interior bruto que ha hecho el Gobierno.
Si se cumplieran los citados pronósticos positivos, entre el año pasado y el actual, España podrá recuperar la mitad de la caída global del 6,8% del PIB que ha registrado desde que comenzó la crisis. La elevada tasa de paro y el alto endeudamiento acumulado, que alcanza ya el 100% del PIB, son dos losas que frenan un mayor despegue de la economía española. Se hace necesario, en consecuencia, intensificar los esfuerzos de ajuste y de reformas para consolidar la recuperación y que alcance a todos los ciudadanos.