La irresistible reacción de Kate Hudson
La actriz recupera autoestima y credibilidad gracias a Versace
El año pasado reapareció después de una larga ausencia para hablar sobre Ojalá estuviera aquí, el filme independiente dirigido por su amigo Zach Braff. Y aunque el trabajo de la actriz de 35 años fue muy elogiado por la crítica, la película pasó virtualmente inadvertida, dejando una magra recaudación en la taquilla global de 5 millones de dólares, una miseria para quien supo ser una gran estrella en las épocas en las que las comedias románticas que protagonizaba con Matthew McCounaghey dejaban en la taquilla mundial casi 200 millo- nes de recaudación. En esa entrevista explicó que estaba convencida de que era posible seguir los pasos de su excompañero de reparto si es que uno tiene claro que todo pasa por esperar los buenos papeles, algo que sin embargo no terminó de materializarse para ella. Coprotagonista en Good people, un discreto thriller rodado en Londres en el que compartió cartel con James Franco, pasó brevemente por unas pocas salas de EE.UU. y a lo largo de este año solo se la verá en una comedia independiente dirigida por Barry Levinson, Rock the casbah, en la que tiene un papel secundario junto a Zooey Deschanel y Bruce Willis.
Sin embargo, a juzgar por la atención que viene recibiendo en los medios desde que en la noche de los Globos de Oro se presentó en la alfombra roja con un vestido que no dejaba lugar a la imaginación, Kate Hudson ha vuelto a ponerse de moda. Con un vestido blanco muy ceñido al cuerpo y uno de los escotes más arriesgados que se han visto en una gala en los últimos tiempos, no hubo forma que la bella rubia pasara inadvertida. Incluso, cuando Jennifer Aniston esperaba para ser entrevistada por el célebre Ryan Seacrest, no pudo resistirse por lo que veía, dándole una palmadita en el trasero aún sabiendo que las cámaras estaban
Rompe con su pareja, sus filmes no recuperan inversión, pero seduce gracias a sus curvas
transmitiendo en directo. Unos días después, cuando Aniston asistió al programa de Ellen DeGeneres para promocionar Cake, su más reciente película, justificó su reacción diciendo simplemente: “¡oh Dios mío!, mira ese trasero. Es verdaderamente irresistible”.
La decisión de Kate de llegar a la gala de esa manera parece tener una explicación muy simple. Pocos días antes se supo que su relación con el líder de la banda Muse, Matthew Bellamy, había concluido. Hasta ese momento, la imagen de Hudson era la de una mujer que había encontrado al hombre de su vida, y que dedicaba la mayor parte de su tiempo a la vida familiar. Criaba junto a él al hijo de su relación con otro músico, el líder de los Black Crowes, Chris Robinson, que tiene 10 años, y al que en julio de este año cumplirá los 4, producto de su relación con Matthew.
Aparentemente decidida a demostrarle a su ex lo que se ha perdido, Hudson no ha dejado de exhibir un físico admirable cada vez que puede. Esta semana la actriz viajó a París con su madre, Goldie Hawn, que a los 69 no podría verse mejor, sin esquivar a los paparazzi que las esperaban en ambos aeropuertos. Ya en la capital francesa, participó de la presentación de la nueva colección de Versace con un impactante vestido rojo que no ocultaba la ausencia de ropa interior.