Antes de llamar a Saul
El abogado de métodos poco ortodoxos Saul Goodman está a punto de volver a la pequeña pantalla con uno de los estrenos más esperados de la temporada: Better call Saul, el spin- off de Breaking bad. Para los seguidores de la aclamada serie del profesor de química reconvertido en cocinero y traficante de metanfetamina, será un reencuentro con un entrañable secundario. Quien no la haya visto debe de estar preguntándose si debe hacerlo antes de llamar a Saul. Todo indica que, al tratarse de una precuela y no una secuela, no será necesario aunque seguro que contendrá ciertos guiños. El consejo, sin embargo, es que no se debe ver Breaking bad para entender mejor Better call Saul, se tiene que ver por el sencillo placer de disfrutar de una de las mejores joyas televisivas de todos los tiempos. Tampoco es recomendable ver los 62 episodios sobre la odisea de Walter White y Jesse Pickman en los diez días antes del estreno de su sucesora (9 de febrero, Movistar Series). Hay que saborearla poco a poco, disfrutar de la evolución de los personajes y la espectacularidad de los parajes de Nuevo México. Y de los silencios.
En la nueva serie, aparte del personaje de Saul Goodman (Bob Odenkirk), sólo repite el investigador Mike (Jonathan Banks), la localización de Albuquerque y los padres de la criatura, los creadores Vince Gilligan y Peter Gould. Los dos han avanzado que la serie tendrá personalidad propia y han confirmado que en la primera temporada no aparecerán ni Walter ni Jesse, aunque no cierran las puertas a que lo hagan en un futuro. Un futuro que ya tienen garantizado: la cadena AMC ha dado luz verde a una segunda entrega ya que se muestran satisfechos del resultado final aunque desconocen la reacción del público. Es una buena señal de que la serie no decepcionará.