Fallece el expresidente alemán Von Weizsäcker, un referente moral
El político calificó la rendición en 1945 como “un día de liberación” del nazismo
En mayo de 1985, en el discurso conmemorativo del 40.º aniversario de la capitulación de Alemania en la Segunda Guerra Mundial, el presidente federal, Richard von Weizsäcker, dijo en el Parlamento, entonces aún en Bonn, que el 8 de mayo de 1945 “fue un día de liberación”, porque “nos liberó a todos del sistema de la tiranía nacionalsocialista”. El concepto no era del todo nuevo, pero sí era la primera vez que un cargo institucional tan elevado de Alemania indicaba en público que ese día no había significado la derrota de un país, sino la de una dictadura “que despreciaba la dignidad humana”.
Cuando la presidencia de la República Federal de Alemania notificó ayer el fallecimiento de Richard von Weizsäcker, a los 94 años de edad, los ecos de aquel discurso memorable –sobre el que se cimentó buena parte de su reputación de referente moral ante el terrible pasado reciente de su país– resonaron unánimes en todos los foros y medios de comunicación. “Hemos perdido a un gran ser humano y a un jefe de Estado excepcional –afirmó en un comunicado el actual presidente, Joachim Gauck–. Richard von Weizsäcker fue un ciudadano del Estado y del mundo en el mejor de los sentidos. Representó a una república federal que afronta su pasado”.
Según todos los testimonios que se sucedían ayer, durante los diez años en que ocupó la jefatura del Estado (1984-1994), Von Weizsäcker infundió al cargo una dimensión moral que trascendió la función honorífica y representativa; y se convirtió en modelo de presidente alemán con el que han tenido que medirse sus sucesores. Bajo su presidencia cayó el Muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989, y menos de un año más tarde, el 3 de octu- bre de 1990, llegó la reunificación; así que Von Weizsäcker fue también el primer presidente federal de la Alemania unida, con Helmut Kohl como canciller.
Ambos eran democristianos, y de su sana tensión el partido de Angela Merkel, la CDU, extrajo beneficios. Abogado de profesión, Von Weizsäcker había sido alcalde de Berlín Occidental entre 1981 y 1984, y antes de eso diputado en el Parlamento de la Alemania occidental (1969-1981).
Richard Karl Freiherr von Weizsäcker nació el 15 de abril de 1920 en Stuttgart (land de Baden-Württemberg, en el sudeste del país) de familia aristocrática. Era el pequeño de cuatro hermanos, y su padre, Ernst von Weizsäcker, era diplomático, así que el joven Richard vivió en Berlín, Dinamarca y Suiza, y estudió en las universidades de Oxford (Reino Unido) y Grenoble (Francia).
Al estallar la guerra, Richard von Weizsäcker formó parte del contingente de infantería que invadió Polonia por orden de Hitler el 1 de septiembre de 1939. A los pocos cayó en ese mismo frente su hermano mayor, Heinrich. “Estuve despierto toda la noche velando a mi amado hermano, hasta que llegó la mañana y lo enterramos junto a otros muertos a las afueras de un bosque –escribió en sus memorias, citadas por la agencia Bloomberg–. La guerra acababa de empezar y mi vida ya había cambiado para siempre; nada volvería a ser lo mismo”. Él mismo combatió hasta 1945.
Quizá esa experiencia bélica en tierras polacas le impulsó a desafiar a su propio partido, la CDU, a inicios de los años setenta. Era diputado y apoyó el plan del entonces canciller, el socialdemócrata Willy Brandt, de normalizar vía tratados las relaciones con países del Este, entre ellos Polonia. Como presidente federal tomó decidió indultar a terroristas de la Fracción del Ejército Rojo, decisión que dolió a buena parte de la sociedad alemana.
El dirigente democristiano, que luchó en la guerra, fue también alcalde de Berlín Occidental