Estefanía de Mónaco, 50 años no es nada
Luchadora contra el sida, excantante, dos maridos, tres hijos y dos elefantas
El 2 de diciembre pasado, en una de sus raras entrevistas y en televisión, Estefanía de Mónaco, que hoy cumple cincuenta años, esgrimió un preservativo: “el Sida es una de las pocas enfermedades que se contrae voluntariamente -advirtió-, por no tomar precauciones”. Ya, en el 2006, reprochó al Vaticano su hostilidad a tan económica prudencia. Curioso. Y muy normal, sin embargo, porque esta princesa fue dos años embajadora de las Naciones Unidas contra el virus. Y preside Fight Aids Monaco. Además, desde sus hombros de nadadora hasta sus matrimonios, nunca se ajustó a las exigencias del papel.
Los suyos: cantante de éxito y amante del circo e incluso de un acróbata. Esa es la princesa incluida en la dinastía Grimaldi gracias a la modificación constitucional iniciada por su padre. Stéphanie Marie Élisabeth Grimaldi nació el 1 de febrero de 1965. Es la menor de los tres hijos de la princesa Gracia, la ex actriz Grace Kelly, protagonista de una boda de cine con Rainiero III, príncipe y descendiente directo del noble italiano Francisco Grimaldi quien, con argucias, se apoderó del minúsculo Estado en 1297.
Buena cuna: con una fortuna familiar evaluada en más de 2.500 millones de euros, la Grimaldi es la dinastía decana en el gobierno de un territorio europeo. Y gracias al acierto de haber convertido un barrio, Montecarlo, en paraíso del ocio y del juego cuando Europa lo rechazaba y por supuesto a la visibilidad mundana que le concedieron las dos hijas y el hijo -hoy Alberto II- de Rainiero, mantuvo el necesario equilibrio entre frivolidad y negocios.
Pero Estefanía pudo morir en septiembre de 1982: sobrevivió al accidente en el que su madre perdió la vida. El vespertino Le Monde sugirió que la princesa, de 17 años, conducía. Hubo que aguardar al 2014 para que un libro del periodista de Paris Match Bertrand Tessier, sobre Gracia, la princesa desarraigada, la eximiera de culpa. El testigo era de cargo: Roger W. Benze, capitán de gendarmería en 1982 y responsa- ble de la investigación. El periodista publicó las fotos -el coche, acostado del flanco del acompañante, sólo permite salir por la portezuela del conductor- y datos como el de un gendarme que vio pasar el coche nueve minutos antes del accidente, con Gracia al volante.
En cualquier caso, cuatro años después Estefanía graba Ouragan, primer disco durante diez semanas en las listas de Francia y Alemania, inicio de una carrera de cantante. Besoin, su segundo disco, coloca un corte, Flash, en el Top 50. Otro, Fleurs du Mal, está dedicado a su ex, Paul Belmondo, hijo del actor. Y Estefanía es la Mystery Girl de un corte de Dangerous, de Michael Jackson. En 1991, Winds of Chance, tributo a su madre, cierra el ciclo. En 1995, la boda con Daniel Ducruet, su guardaespaldas, legaliza los nacimientos de Louis, en 1992, y Pauline, en 1994. En octubre de 1996 se divorcian y el 15 de julio de 1998 nace Camille Gottlieb, hija de Jean Raymond Gottlieb, otro guardaespaldas. Cambio de oficio el 2003 en Suiza, Estefanía se casa con el acróbata portugués Adans Lopes Peres. El divorcio, el 2004, no le impide presidir el Festival internacional de circo, creado en Mónaco por su padre.
En fin, Estefanía adoptó el año pasado a Nepal, 44 años y a Baby, 46, dos elefantas del circo Pinder condenadas por sospechas de tuberculosis. Cuidados por la princesa en 3.500 metros cuadrados, en las alturas de Mónaco, los únicos paquidermos del principado gozan de buena salud.