Dibujos que dan la vuelta al mundo
Más de un centenar de ilustradores ‘toman’ el MNAC en un maratón de ‘urban sketching’
Una decena de personas se afanan en reproducir la mandorla del Pantocrátor de Sant Climent de Taüll. Al lado, un grupo está abstraído ante el altar de la Seu d’Urgell, y en la Sala Oval otros llenan sus libretas con arcadas y columnas, o dibujan a sus compañeros que dibujan. Más de 130 personas se reunieron ayer en el MNAC desde las 10 de la mañana hasta pasadas las cinco de la tarde para disfrutar del urban sketching, es decir, dibujo urbano, rápido y en directo.
Como ellos, miles en todo el mundo se sumaron a este maratón: Sydney, Sapporo, Grenoble, San Francisco… ¿El objetivo? Dibujar por el placer de hacerlo y compartirlo en las redes sociales. “La gente está cansada de lo digital, quiere volver al dibujo más emocional. Reconectar con la realidad creando a mano”, explica Santi Sallés, ilustrador y diseñador que coorganiza este encuentro desde BarcelonaSketchCrawl. blogspot.com. Ana Mesas, que viene del mundo digital, lo explica con línea clara: “Dibujando a mano no tienes control Z, así que hay que aprender a mirar”.
A la convocatoria, gratuita y abierta a cualquiera, asisten dibujantes reconocidos, como el mis- mo Sallés, autor de la guía De tapes per Barcelona y Un passeig per Sant Gervasi, editado por el Ayuntamiento para dar a conocer la ciudad de una manera más emocional; Lapin, que hace de sus dibujos en viejos albaranes su seña de identidad; Swasky, profesor y autor también de guías ilustradas como Enjoy, Gaudí, o Sa- gar Forniés, que ha trabajado para La Fura del Baus y en la película Chico&Rita de Mariscal. Muestran la cena de Navidad, coches antiguos, conciertos… Auténticas crónicas dibujadas. Pero también hay novatos en el sketchcrawl, alumnos de dibujo de centros cívicos y niños como Josep, de 7 años, que con su enorme bloc es- tá feliz ante esas caras tan serias y antiguas que le miran desde las paredes.
El arquitecto Ferran Blancafort viene de Vic. El pasado fin de semana, dibujantes de la capital de Osona estuvieron allí con los de Girona. Ya han organizado 16 encuentros y cada vez son más gente. Muy cerca de él, Alejan- dro Santos, del grupo de Facebook Inky Fingers, empieza una acuarela. Estudió en la Massana, pero se define como aficionado, eso sí, un aficionado que se entrena a diario: “Dibujo en el tren camino del trabajo. Ya me va bien que la gente esté concentrada con el WhatsApp, ellos chatean y yo los dibujo”.
“La gente está cansada de lo digital, quiere volver al trazo más emocional”, dice el diseñador Santi Sallés
Una fiesta de soltero recorriendo bares, una pubcrawl, dio la idea al californiano Enrico Casarosa de bautizar estos encuentros como sketchcrawl, algo así como caminar despacio dibujando. Aquí no importa la técnica ni las habilidades, pero hay mandamientos que seguir, entre ellos, dibujar in situ lo que se observa, documentar el momento, ayuda mutua cuando se dibuja en grupo y compartir los resultados en internet. El mejor románico catalán sigue inmóvil en las paredes del MNAC, pero sus imágenes dibujadas en cientos de cuadernos ya han dado, a estas horas, la vuelta al mundo.