Dos caras
Daniil Trifonov + Philharmonia Orchestra Lugar y fecha: Ibercamera. L'Auditori, (29/I/2015)
Al menos en el repertorio Chopin, Debussy, Scriabin, y seguramente Liszt, vemos en Daniil Trifonov a un pianista excepcional, sorprendente. Por su juventud hay condiciones naturales, pero, además de la técnica adquirida, dispone de una sensibilidad ausente en las figuras emergentes y muy promocionadas de los últimos años. En esta ocasión tocó el Concierto en fa menor de Chopin, con un sonido potente, pero en ningún momento percutivo, sino pleno de matices e intensidades, y llama la atención su timbre perlado, y la articulación clara, particularmente evidentes en la cadencia. Es muy libre en el fraseo, y su rubato a veces era muy difícil de seguir por el director Clemens Schuldt que no dispone por cierto de la misma sensibilidad.
El también joven director alemán, de gira en esta ocasión por España con esta formidable orquesta, nos dejó la imagen contraria a la de Trifonov. Un gesto desmesurado frente a la elegancia del ruso al teclado, un director –etimológicamente– de aspavientos. Al punto de que era evidente que el concertino, eficacísimo, debía de emplearse a fondo para transmitir a su cuerda el discurso. Schuldt hizo una versión muy de manual de la Obertura Coriolano (do menor) de Beethoven, con gesto decidido pero todo igual y una gestión vertical del fraseo, sin vuelo horizontal y escasez dramática.
La Sinfonía n.º 3 de Beethoven que cerró el programa también le encontró fogoso, tipo Dudamel, pero con más sensibilidad de fraseo y estilística. Dirigió sin partitura, con una forma de marcar que estimulaba el acento del compás y limitaba la expansión. Un scherzo con marcados contrastes dinámicos y en momentos del Allegro final una ausencia considerable de imaginación y musicalidad. La orquesta, naturalmente, de primera categoría.