Merkel exige a Grecia que se atenga a lo pactado
La canciller insiste en más reformas y ajustes
Tras una semana de sobresaltos en Alemania ante decisiones y anuncios del nuevo Gobierno griego, la canciller, Angela Merkel, descartó ayer una quita a la deuda helena, y exigió a Atenas que se atenga a los ajustes y reformas pactados, que para el nuevo primer ministro, Alexis Tsipras, y su titular de Finanzas, Yanis Varufakis, fueron en realidad impuestos.
“Ya hubo una renuncia voluntaria de los acreedores privados, y los bancos han renunciado ya a miles de millones de Grecia. No veo una nueva quita de la deuda”, afirmó Merkel en una entrevista ayer en el rotati-
En el 2012, según la líder alemana, ya hubo una renuncia voluntaria de acreedores privados
vo Hamburger Abendblatt.
Aparte del ligeramente malévolo telegrama de felicitación que envió a Tsipras (“asume usted su cargo en un momento difícil en el que se enfrenta a una gran responsabilidad”, decía), eran las primeras declaraciones de la canciller germana al respecto. Durante esta semana las reacciones alemanas de alerta a Grecia, producto de la alarma, han venido de los ministros de Finanzas, Economía y Exteriores, o de portavoces.
A inicios de 2012, Grecia procedió a una operación de intercambio de deuda, con lo que los acreedores privados vieron cómo sus títulos eran reemplazados por otros menos rentables. Así se enjugaron unos cien mil millones de euros de deuda. Pero el país –y sobre todo su población–, bajo supervisión financiera internacional desde 2010, sufre todavía bajo el peso de una deuda pública que viene a ser el 175% del PIB.
En ese sentido, la canciller reiteró la postura con que Berlín viene martilleando desde que el nuevo Ejecutivo heleno puso en tela de juicio las condiciones del segundo rescate griego. “Europa seguirá demostrando su solidaridad con Grecia como con otros especialmente afectos por la crisis, siempre y cuando esos países lleven a cabo sus propios esfuerzos reformistas y de ahorro”, alertó.
También dijo que su país, como el resto de socios europeos, espera a escuchar una propuesta concreta por parte del Gobierno griego. De momento, no está prevista una visita a Alemania de Alexis Tsipras, que mañana lunes viajará a Chipre, y prevé visitar Italia y Francia.
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que el viernes dijo que su país “no puede ser chantajeado”, abun- dó ayer en sus críticas en una entrevista en el diario Die Welt. “Si yo fuera un político griego responsable, no conduciría un debate sobre alivio de la deuda; si uno conoce la financiación de la deuda griega, sabe que no hay problema hasta el año 2020”, argumentó, basándose en previsiones del FMI de que la deuda se reducirá hasta el 112% del PIB de aquí a ese año.
Según un sondeo reciente, el 76% de los alemanes está en contra de una quita a la deuda griega, y el 79% creen que Atenas debe mantener las medidas económicas pactadas. El grupo de expertos de la troika (UE, BCE y FMI), que desde 2010 dictan a Grecia las reformas que emprender a cambio de 240.000 millones de euros para salvar al país de la quiebra (cantidad aún no entregada a Grecia en su totalidad), es ampliamente rechazado en el país.
Así, el ministro griego de Finanzas, Yanis Varufakis, dio un portazo a la troika el viernes, afirmando no reconocerla como interlocutora de negociación. Ayer prosiguió la andanada en el New York Times, mostrándose dispuesto a renunciar a los siete mil millones de euros restantes del plan de ayuda de la UE. Varufakis argumentó que carece de lógica “criticar el programa y al tiempo pedir su extensión”, y sentenció: “No queremos los siete mil millones, lo que queremos es replantear todo el programa”.
El ministro griego Varufakis, dispuesto a renunciar a los siete mil millones de la ayuda pendientes