ALEMANIA Y GRECIA, LOS EXTREMOS DE LA ZONA EURO
Nunca debió entrar
Atenas trucó sus cuentas para conseguir entrar en el euro. Ni sus socios ni Eurostat se enteraron
Una crisis imprevista
Ni Berlín, ni el BCE, ni Bruselas ni sus demás socios habían previsto una crisis soberana
Dos rescates y austeridad
Los acreedores acuerdan dos rescates sucesivos para que sus
bancos cobren. A cambio imponen
una austeridad implacable
Las urnas y la troika
Más de un 20% más pobres que en el 2010, los griegos votan a Tsipras