El sector inmobiliario ve el final de la crisis
Un estudio prevé que el sector dará empleo al 10% de la población activa en cinco años
La entrada de inversión extranjera y la profesionalización del sector son claves para la mejora
El sector inmobiliario encara el 2015 como su momento clave para dejar atrás la crisis económica. El año actual se plantea como el punto de partida en la recuperación del mercado, según un informe elaborado por KPMG basado en encuestas a 200 directivos y expertos en el área, tanto del ámbito público como del privado. La mejora del negocio inmobiliario, que espera lograr el restablecimiento de la demanda y la normalización de la financiación hacia finales del 2016, supondrá pasar de la especulación y la participación de actores ajenos al sector a un entorno profesionalizado. El sector se basará en estos cambios para intentar crecer en los próximos años, aunque se descarta que se vuelva a los niveles previos a la crisis, cuando la construcción suponía hasta el 22% del PIB, lejos del 10% actual.
Se espera que el sector recuperará peso en el empleo en los próximos cinco años y que represente el 10% de la población activa; esto es, por encima del 7% actual, pero lejos del 14% que copó en el 2008, antes del estallido de la burbuja.
La inversión extranjera supone un soplo de aire fresco en un sec- tor castigado. Se estima que en el 2014 alcanzó los 7.000 millones de euros, el máximo en la última década. Para los encuestados, los fondos internacionales serán el actor más activo en los próximos cinco años. Por detrás se sitúan las socimis, vehículo que en el 2014 ya estuvo detrás de más de una cuarta parte de las compras. Las entidades financieras y Sareb completa- rían el particular podio por importancia. En el otro extremo, las compañías no inmobiliarias con activos en el sector se están desprendiendo de ellos para centrarse en su actividad primaria, mientras que las empresas que se dedican en exclusiva a la inmobiliaria apenas están reiniciando su actividad.
Según la mayoría de las opiniones, tanto el volumen de transac- ciones como el valor de los inmuebles se incrementarán antes del 2020. Las viviendas para primera residencia, las oficinas en las zonas más cotizadas, los locales en calles principales y los centros comerciales con buena localización son los activos que más movimientos generarán. Los directivos esperan que se den grandes oportunidades a raíz de la desinversión en patrimonio público, a la vez que exigen que la administración opte por el alquiler de espacios en lugar de la propiedad. Por otro lado, también se espera que la valoración de algunos activos siga bajando, como en segundas residencias en línea de costa o centros comerciales en zona secundaria.
Para un despegue definitivo, es necesario el entendimiento entre inversores, socios industriales y entidades financieras. Así lo cree el 97% de los encuestados en el informe. En términos comerciales, la amplia mayoría prevé que se den oportunidades para inversiones conjuntas entre los fondos y los socios industriales en la compra de suelo, para luego financiar la promoción a través de las entidades. Más acuerdos entre empresas deudoras y entidades financieras darían con alternativas a los procesos concursales, que casi en su tota- lidad se cierran con liquidación.
El sector no ha escapado a la falta de crédito de los últimos años. Sobre todo si se tiene en cuenta el estrecho lazo que estableció con la banca, que antes de la crisis era su principal fuente de financiación, pero hoy tiene el flujo crediticio restringido. Según el informe, la situación se normalizaría en un periodo cercano a los 24 meses. Aun así, implicará reducir la dependencia de entidades bancarias (que en la actualidad aplican mecanismos más restrictivos y selectivos), evitar un alto apalancamiento y buscar nuevas fuentes, como los fondos de financiación directa.
Las características anteriores permitirán que el sector se profesionalice, algo que ve necesario el 54% de los expertos. Hechos co- mo la salida de actores no ligados a la inmobiliaria, mayores vínculos entre los implicados o elevar el control de las transacciones (al ser realizadas por vehículos como socimis) supondrán que el mercado se encamine hacia la especialización por producto y localización. En este nuevo marco, la recuperación sería una realidad. El 58% de las respuestas prevé que el peso de la construcción sobre el PIB sea mayor que el 10%, mientras que cerca de un cuarto de los encuestados espera que sobrepase el 15%.