Los faroles del primer ministro
El jefe del Gobierno griego amenaza con pedir ayuda a Rusia y salir del euro para presionar a Alemania y el BCE
El Gobierno de Syriza ha moderado su desafío a la troika, tal como se ve en el programa de gobierno que el primer ministro Alexis Tsipras presentó ayer. Pero si las potencias acreedoras no responden con concesiones y si el BCE amenaza con cerrar el grifo de la liquidez, Atenas no descarta pedir financiación en otros países. concretamente, en Rusia.
Según fuentes del Gobierno griego consultadas el pasado viernes, Rusia se ha mostrado dispuesta a proporcionar liquidez en caso de que Grecia lo necesite. Vladímir Putin llamó a Tsipras el miércoles, el mismo día en el que el BCE anunció su polémica decisión de rechazar la deuda para avalar créditos a la banca griega. “Si ellos van a un extremo; nosotros iremos a un extremo también. Rusia está dispuesta a ayudar con liquidez”, dijo un alto cargo del Gobierno que no quiso ser citado. “Nadie quiere un enfrentamiento, pero los alemanes empujan muy fuerte”, añadió.
“Es la primera vez que hay un gobierno de izquierdas en la zona euro y aún piensan que haremos lo que han hecho los gobiernos anteriores en Grecia. Pero no cederemos, no haremos un volte face. Hemos hecho concesiones en el terreno de la deuda, por lo que, si amenazan nuestra liquidez, optaremos por el choque, contaremos con Rusia y vetaríamos todo lo que salga de la UE; sería una guerra de guerrillas”, dijo esa fuente del Gobierno.
Es muy poco probable que se llegue a esa situación. Yanis Varufakis, el principal negociador del Gobierno, es un experto en teorías de juegos, una rama de la matemática y las ciencias económicas diseñada para resolver situaciones como esta. “Hay que entender que la teoría de juegos no es un juego de guerra; es una forma de encontrar soluciones compartidas entre dos jugadores racionales”, asegura Panaiotis Kapapoulos, economista de Alpha Bank.
Pero en el arte de la negociación es importante crear amenazas creíbles. Una de estas es la opción rusa con o sin moratoria sobre la deuda. “Para hacer creíble la posibilidad de una quita (que no va a ocurrir), Grecia debería hacer migas con Rusia y China”, aconseja un gestor del hedge fund –fondo especulativo– Brean Capital en Connecticut (Estados Unidos) en conversación telefónica.
Tsipras, el primer ministro griego, ha hecho precisamente esto. Ha anunciado que va a visitar Moscú en mayo, y el ministro de Defensa, Panos Kamenos, del partido ultranacionalista Griegos Independientes, visitará Moscú antes. La señal más clara para el juego de ademanes y faroles se dio el primer día del Gobierno cuando Grecia se negó a firmar una declaración que condenaba a Rusia por su intervención en Ucrania. Dos días después cambió de posición y firmó. Varios comentaristas calificaron este giro como “prueba de la inexperiencia del Gobierno”. Sin embargo, la fuente consultada negó esta visión y dijo que “esto forma parte de la estafa”. Asimismo, Syriza ha abandonado su plan de parar la venta del puerto del Pireo a la multinacional china Cosco.
La gran amenaza creíble para Syriza y también para los acreedores es la salida de Grecia del euro (Grexit). “Es un final de la partida que nadie quiere, así que no ocurrirá suponiendo que todos actúen de forma racional, tal como es la premisa del juego”, explica Kapapoulos. Pero existe es-
El Ejecutivo renuncia a parar la venta del puerto del Pireo a la multinacional china Cosco
ta amenaza como una forma de contrarrestar la asimetría de poder entre Grecia y sus poderosos rivales, Alemania y el BCE. En este cara a cara, cobra relevancia la célebre frase inglesa: “¿Quién será el primero en parpadear?”. Para rizar aún más el rizo, algunos analistas sostienen que la decisión del BCE del pasado miércoles puede ir dirigida a Alemania y no tanto a Grecia.
Hace un año, alguien preguntó en el blog de Varufakis qué haría si el BCE tratase de frustrar el plan de utilizar la liquidez para evitar aceptar más créditos de la troika (y, por tanto, aceptar sus recetas). Varufakis respondió que eso favorecería la posición de Grecia: “Nosotros responderíamos: adelante, ¡atrévanse!”, escribió, haciendo una referencia implícita al peligro del Grexit en el caso de que se le cerrase el grifo de la liquidez.
Eso fue una hipótesis. Ahora, el hecho de que Draghi haya iniciado este proceso hace que algunos piensen que puede estar apoyando a Grecia. “Draghi sabe tanto de teoría de juegos como Varufakis”, dijo Paul Krugman, el premio Nobel de Economía. “Creo que está diciendo a Merkel y Schäuble: ‘¿De verdad queréis que vayamos por este camino? ¿Lo quieres, de verdad?’”.