Sondeos internos
Se acercan las elecciones municipales de mayo y ya circulan encuestas internas que encargan los partidos para comprobar cómo está el patio. En Barcelona, estos sondeos coinciden en dibujar un panorama inédito en la capital catalana porque anuncian una atomización del futuro Consistorio donde será muy complicado gobernar. Aunque todavía falta tiempo y la campaña electoral propiamente dicha no se iniciará hasta después de Semana Santa, las tendencias que marcan estas encuestas definen tres bloques. Por un lado, hay un grupo de cabeza que aspira a ganar las elecciones aunque sea por un solo voto. Esta vez, el resultado será tan ajustado que cada sufragio estará más cotizado que nunca. En ese grupo estarían el alcalde Xavier Trias (CiU), la líder de Guanyem Ada Colau y el candidato de ERC Alfred Bosch. De estos tres, Trias aparece como ganador de las elecciones, pero a poca distancia de Colau y Bosch, que se disputarían la medalla de plata de la carrera electoral.
Existe un segundo grupo donde se enmarcarían el alcaldable popular Alberto Fernández Díaz, el socialista Jaume Collboni y Carina Mejías de Ciutadans. Y habría un paquete de cola donde nos encontraríamos a la CUP. Este último grupo podría alterar la disposición de cabeza que señalan los sondeos si finalmente el diputado David Fernández opta a la candidatura a la alcaldía de Barcelona. Bosch y Colau tendrían motivos para preocuparse porque el tirón de Fernández perjudicaría sus expectativas
Bosch tira la caña a los escindidos del PSC para disputar a Collboni la herencia del maragallismo
municipales. También hay que contar con el factor corrector del voto oculto que históricamente siempre ha tenido el PP y que últimamente registra el PSC.
El escenario es muy incierto y se abre a diversas combinaciones, empezando por la que sería natural, dado el actual contexto político en Catalunya, entre CiU y ERC. La clave para esta alianza está en si convergentes y republicanos sumarán los 21 concejales necesarios para la mayoría absoluta o si una combinación de izquierdas es posible. Por eso, Bosch no ha descartado esta posibilidad, para la que se necesitaría al menos tres partidos. Paralelamente, los nuevos candidatos están en campaña y acabando de configurar sus listas electorales. Ha trascendido que Alfred Bosch está teniendo alguna dificultad a la hora de fichar al número dos de su candidatura después de que sorprendiera que el alcaldable republicano haya descartado a Oriol Amorós, que fue su rival en las primarias pero con el que inicialmente había dicho que contaría. Bosch ha tirado la caña sin éxito en el estanque de los socialistas escindidos del PSC que acaban de constituirse en el nuevo partido Més. El republicano busca un fichaje de este tipo para disputar al candidato socialista Collboni la carta de la herencia del maragallismo en Barcelona de la que el alcaldable del PSC ha hecho bandera. La contraprogramación está en marcha.