Roban en París el Oscar de Chaplin por ‘El circo’
Los viejos payasos nunca mueren: Chaplin es actualidad en París. Y por partida doble. Ayer, Le Parisien reveló que la policía calificaba de “sensible” el robo, la noche del 31 de enero, de una estatuilla de treinta centímetros bañada en oro 24 quilates y un juego de plumas. Pocos días antes, en el cine parisino Le Panthéon, con su bar decorado por Catherine Deneuve, Eugene Chaplin, 61 años, evocaba a su padre a propósito de El precio de la fama, película estrenada días antes.
El filme, en el que Eugene –que no es actor, a diferencia de su hermana Dolores, que también interviene– aparece como lo que es, un hombre de circo (dirige un festival en Quebec), se ocupa del robo, en 1978, del ataúd de Chaplin, obra de dos mecánicos que pretendían chantajear a la viuda, Oona Chaplin, la hija del dramaturgo Eugene O’Neill.
La estatuilla escamoteada en una oficina parisina es precisamente el Oscar de honor que Chaplin recibió, como autor, director y actor de El circo (1928) en la primera ceremonia del premio de Hollywood, en 1929. Y también eran suyas las plumas.
Eugene, que tenía 25 años aquel día de marzo en el que desapareció el ataúd de su padre –muerto tres meses antes, el 25 de diciembre–, recuerda como “lo más angustioso” desconocer los motivos de la profanación. “Eran tiempos difíciles: un año antes habían sustraído la urna funeraria de Maria Callas. Y Aldo Moro, jefe de la De- mocracia Cristiana, fue secuestrado por las Brigadas Rojas”.
Los ladrones del féretro –en el filme, Roschdy Zem y el genial Benoît Poelvoorde–, novatos y patosos, fueron detenidos, y el cadáver volvió al cementerio de Corsier, con vistas al lago Leman. En cambio, serían profesionales bien informados los que hurtaron el Oscar –un objeto que cuesta 800 euros, pero que en este caso tendría un valor simbólico por encima del millón– y las plumas, estimadas, cada una, en 80.000 euros.
El robo de la figura coincidió con el estreno de un filme sobre el robo del ataúd de Charlot