“Nunca tendremos ocasiones tan claras”

Cornellà de Llobregat

Es una máxima del fútbol: por más que tengan como primer punto de su ideario no hablar ni de arbitrajes ni de suerte, a todo técnico le llega el momento de reconocer que los colegiados o el infortunio han marcado el devenir de su equipo en una competición. Anoche, a Sergio González le tocó hablar de mala suerte, de la que tuvieron Caicedo y Stuani al errar dos goles cantados. El primero, al estrellar el balón en Diego Alves; el segundo, al ver cómo Gayà sacaba el balón desde la línea de gol. “Nunca tendremos ocasiones tan claras como las que hemos tenido en este partido –se lamentó el técnico aún dolido en la sala de prensa del Power8–. Estamos tristes y enfadados. Sin ser nuestro mejor partido, hemos estado a la par con un Valencia que es un equipazo y el fútbol nos ha castigado. No nos queda más remedio que. a partir de mañana, pasar página, porque el fútbol no para ni cuando ganas ni cuando pierdes”.

Sergio se mostró satisfecho por el rendimiento de su equipo pese a la derrota. Sobre todo, por

“Hemos estado a la par de un equipazo y no hemos bajado los brazos hasta el final”

la reacción de sus hombres tras encajar y por no dar el partido por perdido hasta que Melero López no pitó el final. De hecho, el Espanyol tuvo opciones incluso de rascar un punto ya en el tiempo añadido. “Los primeros minutos han estado mejores, pero hemos dado un pasito adelante y hemos acabado la primera parte con mejores sensaciones que el Valencia –analizó el técnico el encuentro–. En el segundo tiempo nos ha hecho daño su primer gol, y el segundo. Pero el equipo no ha bajado los brazos y ha tirado

“Hemos hecho méritos para ganar, no existen elementos para pensar en un bajón moral”

de orgullo hasta el final, sin rendirse”.

Con esta actitud, la derrota, la tercera consecutiva que sufre su equipo, no debe suponer para Sergio González un golpe moral de cara a la ida de las semifinales de Copa que disputa el Espanyol el miércoles en San Mamés. “El pesimismo lo veo sólo en estas preguntas –respondió el técnico molesto sobre las consecuencias que podría tener el resultado de ayer–. Hemos hecho méritos suficientes para poder haber ganado a un rival tan complicado como este y no creo que existan elementos para decir que el equipo tenga un bajón moral”.

La única lección con la que aseguró irse el técnico ayer de Cornellà no es otra que una de las grandes premisas del fútbol: no se puede perdonar, porque quien perdona acaba perdiendo, como le pasó al Espanyol. “Las ocasiones no las puedes fallar, tienes que meterlas sea en la competición que sea –señaló Sergio–. Esta vez no lo hemos conseguido, confiemos que no volvamos a fallar a la próxima”.