Talonario en apuros
Falcao, el segundo del equipo que más cobra, y Di María afrontan sus días más difíciles en Manchester
Radamel Falcao abandonó el césped de Upton Park a toda pastilla, seguramente preguntándose por qué Louis Van Gaal ordenaba su sustitución a diez segundos del final. El partido ya era historia. Los red devils volvieron a tropezar, esta vez contra el West Ham (1-1). El 9 de Old Trafford, cedido por el Mónaco, no está haciendo méritos para conservar el dorsal. El colombiano volvió a disponer de una ocasión cantada, pero de forma inexplicable remató desviado con el exterior de su pierna derecha, solo ante Adrián. “Este no es el mismo Falcao del Oporto o del Atlético. Las lesiones le han debilitado claramente”, apuntaba Gary Lineker, el comentarista más respetado de la televisión inglesa. En la Premier League la prensa sensacionalista empieza a comparar la poca productividad del ariete con la de Fernando Torres del Chelsea, al que apodaban con sarcasmo Goal
Machine.
Falcao era un delantero al que siempre se le podía suponer un gol, sin embargo Van Gaal le quitó a instantes del pitido final para introducir a Chris Smalling, un defensa. El gol no formaba parte de la ecuación. El Tigre no lo encuentra. Falcao fue presentado como jugador del Manchester United el 11 de septiembre de 2014. Un evento que generó más expectación que sus posteriores actuaciones futbolísticas. El hombre que tenía a su lado, Daley Blind, un defensa que juega de centrocampista y que aquel día apenas recibió un par de preguntas, fue quién sacó ayer las castañas del fuego al United. El gol del holandés, con la zurda, ajustando el disparo al poste, rescató un punto en el tiempo añadido.
El colombiano se antojaba un diamante ya pulido para Louis van Gaal. Atento con el Tigre, el holandés le ofreció agua en su primera rueda de prensa con un cariño inusual. Además, exigía el aplauso a los periodistas por el esfuerzo de su pupilo al expresarse en un inglés muy correcto. Van Gaal también pedía paciencia. Su nuevo delantero debía adaptarse a la exigencia física de la Pre- mier. Recién salido de su lesión de rodilla, que le privó del Mundial, no podía saltarse ningún paso. Cinco meses después, la cara cesión del Mónaco no encuentra su sitio. Cuatro goles en dieciséis partidos, tres asistencias, y una seria advertencia de su entrenador. “Todos los jugadores sin excepción juegan por su futuro”.
El exjugador del Atlético de Madrid cobra 234.000 euros a la semana, siendo el segundo en la jerarquía de sueldos de los diablos rojos, sólo por detrás del ca- pitán Wayne Rooney. Sin embargo, eso no garantiza su titularidad. “Da igual que una jugador te cueste 95 millones de libras o 5.000 libras. Quien cuesta 95 millones tiene que demostrar que los vale”, explicaba Van Gaal, intentando fotografiar la situación.
El Tigre ya no acierta como en Madrid u Oporto. Su instinto asesino de cara a portería ha menguado, igual que su velocidad. Desde la lesión, es difícil distinguir si su manera de correr ha necesitado cambios de apoyos o en realidad cojea ostensiblemente. “Me siento realmente bien, sin ningún tipo de problema físico”, negaba el colombiano. Igual que su cliente, las dificultades parecen invisibles a los ojos de su agente Jorge Mendes, quien no duda del poderío de Falcao. “El United tiene a un fantástico jugador, uno de los mejores del mundo que jugaría siempre 90 minutos en cualquier otro club”. El agente más famoso del mundo futbolístico no quiso confirmar ni desmentir si en Manchester ejercerán la opción de compra que tienen sobre el delantero de 28 años.
Ángel di María no tiene tantos problemas en el terreno de juego, a pesar de haber bajado su rendimiento respecto a inicios de temporada. En cambio, sí transita por sus momentos más difíciles desde que es el emblemático número siete de Old Trafford. El argentino de 26 años sufrió un intento de robo en su casa hace unos días y aunque el incidente no pasó a mayores, sigue con el susto en el cuerpo. El jugador ha decidido volver a alojarse junto a su mujer y su hija en el lujoso hotel Lowry, en el centro de Manchester y primer hogar de la mayoría de fichajes mancunians, hasta que se aclare lo sucedido con los tres sospechosos que entraron en su casa en Prestbury, condado de Cheshire. Tal es el miedo que acongoja a la familia, que además han decidido contratar seguridad privada para moverse por la ciudad.
SUSTITUCIÓN SOSPECHOSA
El colombiano no se encuentra a sí mismo y Van Gaal lo cambió ayer a falta de 10 segundos