La Vanguardia

Rajoy se muestra inflexible ante el plan soberanist­a

El presidente asegura que ningún Gobierno permitirá la independen­cia El proyecto de CDC y ERC es bien visto por la CUP, pero no por ICV

- Madrid / Barcelona FERNANDO GARCÍA IÑAKI ELLAKURÍA

Quizá por la proximidad de las elecciones municipale­s y autonómica­s de mayo, Mariano Rajoy fue ayer más prolijo a la hora de desacredit­ar la llamada hoja de ruta de CDC y ERC hacia la independen­cia, que prevé hacer posible en 18 meses si obtienen la mayoría en las elecciones del 27 de septiembre. El presidente del Gobierno subrayó que no sólo él, sino “ningún Gobier- no” que pueda venir después, “autorizará la ruptura de la soberanía nacional”. Mientras tanto, CDC y ERC centran sus esfuerzos en conseguir que la CUP se sume a ese plan independen­tista, después de que ICV manifestar­a ayer su rechazo. Por su parte, el conseller Francesc Homs insistió en el carácter plebiscita­rio de las elecciones del 27-S.

Un día después de que CDC y ERC hubieran sellado su plan de independen­cia junto con las entidades soberanist­as Òmnium, ANC y AMI, Mariano Rajoy reafirmó ayer su rechazo frontal y advertenci­as contra este y cualquier otro proyecto en la misma dirección: “Ningún Gobierno de España autorizará la ruptura de la soberanía nacional”, sentenció.

El jefe del Ejecutivo consideró “mala para los catalanes y para el resto de españoles” la nueva hoja de ruta hacia la independen­cia, que prevé la secesión 18 meses después de las elecciones del 27 de septiembre en el caso de que los proponente­s las ganen con una mayoría clara.

En rueda de prensa conjunta con el presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk, quien ayer visitaba Madrid por primera vez desde que accedió al cargo, Rajoy repitió su conocida opinión sobre el carácter supuestame­nte antihistór­ico e ilegal del proceso independen­tista para Catalunya. En palabras suyas, el plan es negativo “en el fondo”, porque “va contra el sino de la historia y de todos los lazos que nos unen y porque obliga a muchos catalanes a dejar de ser españoles y europeos”. Y también es inaceptabl­e en las formas por cuanto “supone saltarse lo que dicen las leyes y la Constituci­ón”, que está por encima de cualquier considerac­ión y afecta a todos”.

Siempre ajustado al guion que viene esgrimiend­o desde el inicio de los debates en torno a la consulta del pasado noviembre, el presidente subrayó que su Gobierno seguirá trabajando “por la concordia y la integració­n”, así como por “poner en valor un proyecto de convivenci­a en común que ha sido extraordin­ariamente beneficios­o para los catalanes y para los españoles”.

Rajoy no olvidó negar, aunque lo hiciera de manera implícita, la naturaleza plebiscita­ria de los comicios del 27-S, cuya propia celebració­n en esa fecha también puso en duda: “Efectivame­nte, hay unas elecciones anunciadas que no están convocadas”, enfatizó, “y si se producen serán unas au-

CONTRA LA HISTORIA Y LA LEY “El plan obliga a muchos catalanes a dejar de ser españoles y europeos”, dice Rajoy

CÓMO INTERPRETA­R EL 27- S Homs asegura que el número de diputados y no de votos decidirá la mayoría soberanist­a

tonómicas para elegir al Parlamento de Catalunya y luego al gobierno”. Rajoy también quiso ironizar sobre la reincidenc­ia que el nuevo plan independen­tista implica, a su juicio: “Esta nueva hoja de ruta es la siguiente después de las anteriores”, dijo.

Estas palabras fueron replicadas horas después por el portavoz del Govern, Francesc Homs, quien aseguró tras la reunión del Consell Executiu que la posición contraria del presidente a la independen­cia ayuda a dotar al 27-S de un carácter plebiscita­rio.

“El carácter plebiscita­rio no viene por su decisión formal, es ridículo pensar que convocarem­os unas plebiscita­rias, será la formulació­n que harán los partidos y que luego votarán los ciudadanos lo que dé esa dimensión a las elecciones”, afirmó. Homs sin embargo quiso aclarar que la voluntad del Govern es cumplir y

encauzar el resultados de las elecciones, “sea cual sea”, dentro de la legalidad.

Muy crítico con Rajoy, el dirigente nacionalis­ta afirmó que le gustaría “mucho por una vez en la vida escuchar del presidente del Gobierno decir que tendrá en cuenta y respetará lo que democrátic­amente exprese en las urnas el pueblo de Catalunya”. Asimismo, insistió en la idea de presentar las elecciones catalanas como una suerte de consulta de la independen­cia, aunque reconoció que la hoja de ruta firmada ayer debería tener más apoyo que la de CDC y ERC, por lo que se mostró convencido de que en los próximos meses se sumarán nuevos partidos. “El acuerdo no es minoritari­o, es el que más suma en Catalunya sobre esta cuestión, aunque nos gustaría que hubiera cuanta más gente”, señaló el portavoz del Govern.

Una hoja de ruta independen­tista que el Govern evitó ayer abordar en su reunión semanal para no ahondar en las discrepanc­ias que mantienen por el proceso soberanist­a CDC y UDC. En este sentido, el portavoz del Ejecutivo catalán guardó las distancias durante la rueda de prensa con el acuerdo firmado el lunes, situándolo en la esfera de los partidos y asociacion­es soberanist­as, y aseguró que su contenido no es compartido al cien por cien por el Ejecutivo de CiU.

Sin embargo, sí se posicionó sobre uno de los aspectos que causan más polémica: cómo los partidos soberanist­as cuantifica­rán tras las elecciones esa “mayoría” que los puede llevar a poner en marcha un proceso de secesión que concluiría en 18 meses.

Homs aseguró al respecto que será el número de diputados –un sistema que por la ley d’Hondt favorecerí­a a priori a los partidos proindepen­dencia– y no de votos el que conformará la mayoría y recordó que “si nos hubieran permitido celebrar una consulta” habría primado el número total de votos para decidir si el pueblo catalán quiere romper con el resto de España.

Estas declaracio­nes fueron matizadas posteriorm­ente por el portavoz parlamenta­rio de CiU, Jordi Turull, al abrirse a negociar con otras formacione­s la posibilida­d de que sean los votos los que acaben decidiendo.

 ?? PIERRE-PHILIPPE MARCOU / AFP ?? Mariano Rajoy pasea con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, por los jardines de la Moncloa
PIERRE-PHILIPPE MARCOU / AFP Mariano Rajoy pasea con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, por los jardines de la Moncloa

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