El copiloto informó a Lufthansa en el 2009 sobre su “depresión severa”
La aseguradora de la compañía aérea prevé indemnizaciones de 280 millones de euros para las familias
Los presidentes de Lufthansa y Germanwings visitan hoy el lugar de la tragedia
Los aseguradores de Lufthansa, empresa matriz de la aerolínea alemana Germanwings, calculan que las indemnizaciones a los familiares de las 150 víctimas del vuelo Barcelona-Dusseldorf, así como el coste del avión destruido, ascenderán a 300 millones de dólares (280 millones de euros), suma que ya ha sido provisionada en los balances.
Las compensaciones por daños y perjuicios en accidentes aéreos suelen alcanzar un millón de dólares por pasajero, pero la presencia en este caso de tres ciudadanos estadounidenses –país donde existe más tradición de de- mandas– puede hacer subir las indemnizaciones considerablemente, según informaba ayer el diario económico alemán Handelsblatt, que también precisaba que el Airbus A320 estaba asegurado en cerca de 6,5 millones de dólares.
Según Lufthansa, los 280 millones de euros servirán para cubrir “todos los costes que surjan en conexión con este caso”.
El avión de Germanwings se estrelló el martes pasado en los Alpes franceses, matando a las 150 personas que iban a bordo. La grabación que contenía la primera caja negra apunta a que el copiloto, Andreas Lubitz, de 27 años, aprovechó que el comandante fue al lavabo para encerrarse en la cabina y estrellar deliberadamente el aparato. Según los expertos, incluso si judicialmente queda probada, la intencionalidad no afectará la cuantía de las indemnizaciones que recibirán los familiares de las víctimas.
En el 2009, Lubitz informó al centro de pilotos de Lufthansa de que había sufrido “un episodio depresivo severo” tras haber interrumpido durante varios meses su formación, admitió ayer la aerolínea en un comunicado. Lufthansa aseguró que ha enviado a la Fiscalía de Dusseldorf documentos adicionales sobre la formación de Lubitz y su historial médico, que incluye los correos electrónicos del copiloto con la escuela de vuelo.
Los investigadores continúan buscando la segunda caja negra, que contiene los datos del vuelo, que puede precisar en qué momento exacto Lubitz programó el descenso del avión en el piloto automático y qué altura fijó.
El aparato quedó pulverizado en una superficie de dos hectáreas y ya se han recogido “más de 4.000 elementos” del avión y de los restos humanos, según la gendarmería francesa.
Prosiguen las tareas para identificar a las víctimas a partir de muestras de ADN. El presidente francés, François Hollande, prometió ayer que la identificación de las 150 personas habrá concluido este fin de semana. En una rueda de prensa conjunta en Berlín junto a la canciller alemana, Angela Merkel, Hollande alabó el “excepcional trabajo científico” de los equipo de rescate.
Germanwings anunció que el presidente ejecutivo de la aerolí-
nea, Thomas Winkelmann, y el de Lufthansa, Carsten Spohr, visitarán hoy por la mañana el lugar de la tragedia para rendir homenaje a las víctimas. Lufthansa ha cancelado además en señal de duelo las celebraciones previstas para el 15 de abril para festejar el 60º aniversario de la compañía.
En un comunicado, Germanwings subrayó asimismo que el “centro de apoyo” para los familiares en un hotel de Castelldefels sigue abierto, con un equipo remanente de 11 personas, para los afectados que lo necesiten. La Vanguardia se hizo eco ayer de quejas de familias catalanas –53 víctimas eran residentes–, que denuncian falta de transparencia por parte de la compañía. El Govern también reforzará su dispositivo para facilitar información y asesoramiento –incluido el jurídico– a los familiares.