La Vanguardia

El arrepentid­o socio que abrió el caso Neymar contra el Barça

Jordi Cases y su abogado, sorprendid­os por la dura acusación del caso Neymar

- Olesa de Montserrat JAVIER RICOU

¿Arrepentid­o? Sí, mucho. ¿Volvería a hacerlo? No, jamás. Jordi Cases, el farmacéuti­co de Olesa de Montserrat que encendió la mecha del caso Neymar, se cuenta entre la lista de sorprendid­os por la celeridad de la Audiencia Nacional con este caso y, sobre todo, la dureza del escrito de la Fiscalía: dos años y tres meses de prisión para Josep Maria Bartomeu y más de siete años de cárcel para el expresiden­te del Barça, Sandro Rosell. Jordi Cases ha conocido la noticia de esta petición de condena a más de siete mil kilómetros de Catalunya. “Ha volado. Está de vacaciones a catorce horas de avión de Barcelona”, afirma su abogado, Felipe Izquierdo, otra pieza clave de esta historia y que habla en nombre de Cases.

Un letrado que en su página web se presenta como el “Robin Hood de los accionista­s minoritari­os”, como un “francotira­dor”, como el “látigo de…”. Para el Futbol Club Barcelona el caso Neymar ha sido, sin duda, un duro latigazo. Y el francotira­dor sería en este caso Jordi Cases que dio en el blanco con su denuncia en la Audiencia Nacional (siempre ha mantenido que actuó en solitario) al poner sobre la mesa del juez Pablo Ruz la operación económica del fichaje del futbolista brasileño. Hasta noviembre de 2011 –cuando se presentó la denuncia– este vecino de Olesa, que regenta una farmacia en Esparregue­ra, sólo era, en el seno del Barça, un socio de perfil bajo con asiento en la tercera gradería. Alzó por primera vez la voz para mostrar su desacuerdo con el patrocinio millonario de Qatar en la camiseta del equipo y también intentó, el pasado verano, una moción de censura contra la actual directiva con la plataforma Go Barça. En ninguno de los casos consiguió las firmas de apoyo suficiente­s de los socios.

Lo del caso Neymar ha sido otra historia. Ahí no ha precisado de más ayuda –al menos eso es lo que dice él– que la de un abogado, Felipe Izquierdo, quien asegura que accedió a llevar este asunto por “una módica minuta cerrada en el primer contacto”. Frase que el letrado recalca para reiterar que detrás de esa denuncia “no hay ninguna mano negra, ni florentino­s, ni laportas”. Lo cierto es que en Olesa sorprendió el paso dado por ese farmacéuti­co que si destaca por algo entre sus vecinos es por su pasión culé y defensa de una Catalunya independie­nte. Muchos de esos habitantes, principalm­ente los seguidores del Barça, no le perdonan esa acción. “Lo que ha hecho este hombre con el club no está bien”, afirma José, “¡Mira la que ha liado!”, exclama mientras se toma una cerveza en la peña del Real Madrid de Olesa (el Barça no tiene peña). Los que conocen a Jordi Cases no esconden su sorpresa por la cruzada iniciada por este farmacéuti­co, “que nunca ha destacado en las celebracio­nes locales por victorias del club ni tampoco ha sido visto jamás, ni cuando era más joven, en tumultos propios de los hinchas más apasionado­s”, afirma otro de los clientes de la peña del Real Madrid de esta localidad.

La situación actual nada tiene que ver, sin embargo, con la discreta vida que llevaba este farmacéuti­co antes de hacerse famoso por el caso Neymar. La denuncia de Cases ha puesto al Barça contra las cuerdas y la factura fiscal, al margen de las consecuenc­ias penales, puede ser muy alta para el club. Jordi Cases, insiste su letrado, jamás habría querido llegar tan lejos con esa denuncia. “Decidió ir a los tribunales porque la actual directiva del Barça le trató muy mal cuando pidió explicacio- nes sobre el fichaje de Neymar”, insiste Izquierdo. “Así que la culpa de la actual situación no es de mi cliente, sino de aquellos que no respondier­on a tiempo a esa consulta de un socio que pedía explicacio­nes”, añade el letrado. Pero lo cierto es que Jordi Cases parece haberse visto desbordado por la situación. “Desde que saltó todo este escándalo se ha dejado ver muy poco por Olesa, se le ha echado en falta en algunas cenas a las que acudía siempre con su cuadrilla de amigos de la infancia, compañeros del colegio que nada tienen que ver con el Barça ni la política”, afirma una vecina de Olesa que conoce bien a Jordi pero pide mantenerse en el anonimato. Ausencias que ese entorno más cercano achacan al bajo estado de ánimo actual del farmacéuti­co. Cases, al igual que su abogado, ha hecho saber que han recibido amenazas desde que ambos comparecie­ron públicamen­te para informar del paso dado.

El farmacéuti­co de Olesa sigue estando en el punto de mira a pesar de haber retirado la denuncia. Él fue quien encendió la mecha cuya llama mantienen ahora muy viva la Fiscalía y la Audiencia Nacional. Y no hay marcha atrás. Aunque sí es muy significat­iva, en esta historia, la opinión que merece la dura calificaci­ón del fiscal José Perals para el abogado que le sirvió en bandeja el asunto. “Si nosotros siguiéramo­s en esa causa como acusación particular, jamás habría- mos pedido una petición de cárcel para Bartomeu, y en el caso de Sandro Rosell la pena que habríamos solicitado sería como mucho de seis meses de prisión por administra­ción desleal”, asegura Felipe Izquierdo. Una disparidad de criterios entre las dos partes, a priori acusadoras, que pone más leña a la hoguera de las hipótesis. Son muchos los que piensan que Jordi Cases se ha visto atrapado en este asunto por tentáculos que no diferencia­n entre fútbol y política. Y ahí entraría en escena una presunta e hipotética connivenci­a entre Florentino Pérez y Laporta, unidos en esta causa que a ambos les beneficiar­ía, por algún representa­nte de jugadores de fútbol. Son todo especulaci­ones y Cases lo único que admite, indica su abogado, es que Laporta siempre ha sido su presidente favorito. Sobre la visita de Jordi Cases a la oficina de Manos Limpias en Madrid a las pocas semanas de estallar el escándalo, Izquierdo admite que su cliente “se equivocó, pero ese contacto fue por un documental sobre Catalunya en el que colaboraba y no por el caso Neymar”, asegura. Extraña también que un confeso independen­tista como Cases eligiera para su demanda la Audiencia Nacional. Felipe Izquierdo aclara que en este asunto, con ramificaci­ones en el extranjero, “sólo podía acudirse a ese tribunal”.

DISPARIDAD DE CRITERIOS Choca que el abogado que denunció el caso diga ahora que él jamás pediría tanta prisión POCAS SEÑALES DE VIDA EL farmacéuti­co de Olesa apenas se ha dejado ver desde que se conoció la dura respuesta judicial

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MERCÈ GILI Entre Olesa yEsparregu­era. El viernes pasado era día de mercado en Olesa. Jordi Cases se deja ver ahora muy poco por la población, donde no faltan puestos de tono blaugrana
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