La nueva atalaya
El parque Els Tres Turons y el Turó de la Rovira mejoran accesos e inauguran un itinerario histórico
Una de las mejores puestas de sol de Barcelona se puede observar desde el parque de Els Tres Turons, situado entre los barrios de Horta-Guinardó y Gràcia. Con unas vistas magníficas y una memoria histórica importante, este parque pretende convertirse en el homólogo del parque de Montjuïc. Ayer, rodeado de adolescentes que tomaban el sol y otros vecinos curiosos, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, inauguró un nuevo recorrido arqueológico por tres nuevos espacios patrimoniales que están vinculados a la defensa de Barcelona durante la Guerra Civil (las baterías antiaéreas). Este itinerario al aire libre está organizado por el Museu d’Història de Barcelona (MUHBA), tiene un coste de 5,10 euros y está desde hoy abierto al público.
En esta zona se construyeron muchas barracas tras la guerra civil, ya que Barcelona no tenía suficientes viviendas para acoger a todas las personas procedentes del resto de España. Esta área quedó afectada en 1954 a causa de la necesidad de consolidar una reserva de zonas verdes, algo que ha impedido la inversión pública o privada. El mayor problema, según el alcalde Trias, ha sido la recuperación de estos espacios: “Hemos tenido muchos problemas urbanísticos y, hoy en día, siguen habiendo 295 viviendas afectadas”. Los pocos vecinos presentes se mostraron satisfechos con las mejoras en los ac- cesos al parque, tasadas por el Ayuntamiento en 2.5 millones de euros, y por los nuevos servicios públicos, entre los que destaca la recuperación de las pistas deportivas de la calle Tenerife.
Últimamente este parque se ha convertido en uno de los miradores preferidos por los jóvenes barceloneses. Ahora se intentará que sea el punto de reunión de muchos vecinos de la ciudad.