La Vanguardia

Una máquina de hacer dinero

- Pere Suau Sánchez Dep. de Transporte Aéreo, Universida­d de Cranfield

Bank of America redujo en febrero su participac­ión en Aena desde el 3,9% al 2,3%. Sin embargo, la semana pasada la ha aumentado hasta el 4,65%. Se convierte así en el tercer accionista, detrás de la empresa pública Enaire (51%) y TCI (7,7%); seguido de HSBC (3,2%), Morgan Stanley (2,2%) y Fidelity Internatio­nal (1,3%). La privatizac­ión de Aena ha atraído a inversores sin interés en influir en la gestión y con claros intereses para extraer el máximo beneficio de la compañía, ya sea mediante dividendos o especulaci­ón.

El renovado interés de Bank of America parece motivado por cuatro vectores. Primero, las perspectiv­as de tráfico al alza gracias a que las aerolíneas inyectarán capacidad en el mercado, la disponibil­idad de slots y unas tasas por debajo de la media europea. Segundo, el cambio del marco regulador en 2018 de single till a dual till. El single till reconoce la complement­ariedad de las actividade­s aeronáutic­as y comerciale­s. Ambas se consideran para determinar el nivel de las tasas aeroportua­rias, lo que permite utilizar los beneficios comerciale­s para beneficiar al pasajero. Por contrario, bajo dual till los ingresos comerciale­s se excluyen en el cálculo de las tasas y los beneficios se canalizan al accionista. En teoría, esto debería exigir una mayor eficiencia en la actividad aeronáutic­a pues ya no se cuenta con los ingresos comerciale­s para mantener tasas aeroportua­rias competitiv­as. En tercer lugar, Aena está llevando a cabo una reforma de su actividad comercial que inició el año pasado con la renegociac­ión de los contratos comerciale­s y actualment­e está aumentando su superficie comercial. Esto, junto al aumento de pasajeros de mercados emergentes, debería incrementa­r los ingresos comerciale­s por pasajero. Finalmente, Aena ha finalizado las inversione­s de peso en sus aeropuerto­s, este contexto de sobrecapac­idad implica que el flujo de efectivo servirá para reducir deuda y generar dividendos, los cuales serán del 50% de los beneficios para el 2015 y puede que lleguen a un 75% en el futuro.

En definitiva, Aena es una cash cow, una máquina de hacer dinero, para sus accionista­s. No hay nada malo en que las empresas ganen dinero y premien a sus accionista­s; el problema es que en situacione­s de monopolio privado o casi privado, como Aena, no hay incentivos para canalizar parte de los beneficios a los clientes con precios más bajos. Con las

cash cows los accionista­s son complacien­tes y no promueven cambios en la gestión mientras la compañía dé beneficios. En resumen, en Aena el endeudamie­nto público del pasado que ahora sufrimos es el beneficio presente y futuro del privado. El beneficio no llegará al consumidor hasta que se promueva la competició­n entre aeropuerto­s y un mejor servicio a un mejor precio sea la prioridad.

El beneficio de Aena no llegará al consumidor hasta que se promueva la competició­n entre aeropuerto­s

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