CUADERNO DE NOTAS
pueda ser el mismo, la diferencia de principio puede provocar más de un cortocircuito.
Lo público y lo común. No será fácil la convivencia de ICV con la nueva política. Hay de fondo una discrepancia relevante. Iniciativa es un partido cuya tradición arranca del dominio de lo público como garantía de desarrollo de su modelo igualitarista. La nueva izquierda, con la que ahora confraterniza, no parte del mismo principio y considera que son los propios ciudadanos quienes pueden y deben resolver los problemas comunes que les afectan. La PAH, que lideró Ada Colau, es tal vez el mejor ejemplo de esta visión. Muchos de su líderes han pasado por la Fundación los Comunes, un think
tank a seguir. Aunque el fin
El poder metropolitano. La administración metropolitana será sin duda el lugar en el que el alejamiento de ICV de su aliado histórico, el PSC, va a tener más relevancia. Las políticas relativas al agua, al transporte público y a otros servicios esenciales de tres millones de catalanes se dirimen en esta administración. En este mandato, Iniciativa ya ha dado señales de que no compartía algunas de las decisiones que afectan directamente a la financiación de estos servicios e incluso ha llevado a los tribu- nales las más conflictivas, como la creación de la empresa metropolitana del agua. La guerra a partir del 24-M será por todo lo alto.
Soberanismo contra Podemos.
Amigos en lo local y adversarios en las autonómicas. Este parece que va a ser el papel que jugará ICV-EUiA con Podemos, contra el que tendrá que esforzarse en buscar diferencias estratégicas de cara al 27-S. La dirección de ICV ya tiene decidida su táctica: subir el tono de su discurso soberanista para dejar claro que ellos son la genuina izquierda catalana y Podemos una sucursal con casa madre en Madrid.