Teherán pasa a la defensiva
Primeras críticas dentro del régimen iraní contra al acuerdo nuclear
EL NEGOCIADOR SE JUSTIFICA Zarif recuerda que es sólo un comunicado “y aún no trae compromisos”
DOCUMENTO CONTRADICTORIO Los conservadores ven diferencias, sobre todo en cuándo será el fin las sanciones
Superado el momento de alegría y celebración, vuelven las preocupaciones para el Gobierno del presidente Hasan Rohani. Como era de esperar, los radicales empiezan a buscar excusas para criticar el pacto para un acuerdo definitivo que ponga límites al programa nuclear iraní, que debe firmarse el próximo 30 de junio. Pero como si no fuera suficiente con tratar de detener una oleada de criticas internas, el mayor problema se lo han puesto, una vez más, los estadounidenses.
Si bien el comunicado conjunto presentado el jueves por el ministro iraní de Exteriores, Mohamed Javad Zarif, y la alta representante europea para Asuntos Exteriores, Federica Mogherine, es el mismo, no sucede lo mismo con algunas interpretaciones presentadas por Estados Unidos, que ha sido el país del grupo de los 5+1 (el Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania) que ha llevado el liderazgo de las negociaciones en esta última etapa.
“No hay una especie de documento donde se recojan los pun- tos iraníes”, argumentó Zarif en uno de los programas de entrevistas más prestigiosos de la televisión iraní para presentar los alcances del acuerdo. Intentó explicar el origen de los malentendidos, que con el paso de las horas causan mayor controversia en Irán. “Es sólo un comunicado y no trae compromisos”, justificó Zarif al tiempo que defendió a los negociadores, de quienes dijo que eran honrados dentro y fuera del cuarto de negociación.
En dicha entrevista, Zarif aseguró que había protestado formalmente ante el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, sobre los puntos anunciados que él aseguró que eran “contradictorios” con lo acordado. Sin embargo, las diferencias parecen estar más en los detalles que en los puntos principales. Y también en lo que unos y otros han dicho o dejado de mencionar.
Esto incluye temas tan sensibles como las sanciones económicas, sobre las que Irán ha dicho que se levantarán de inmediato después de que se firme el acuerdo, tal como siempre lo ha exigido el líder supremo iraní, Ali Jamenei. Los estadounidenses, por su parte, plantean que se hará en un periodo de tiempo. “Desde el día de la puesta en práctica del acuerdo estarán obligados a cancelar todas las sanciones”, volvió a repetir Zarif, que también aclaró que aun bajo este requisito los estadounidense tendrán que tomar algunas medidas que pueden llevar un cierto tiempo.
“La declaración de Lausana tiene puntos positivos y negativos. Por ejemplo, que se acepte que el programa nuclear iraní es pacífico. Eso es positivo. Los puntos negativos son las contradicciones, que están en el documento acordado”, dijo el veterano parlamentario Alaeddin Borujerdi, director del comité de Asuntos Externos. El Majles (Parlamento iraní), reiniciaba ayer su labores después de las vacaciones de fin de año iraní. Y a pesar de que hubo críticas, se notaba que muchos se controlaban. Al fin y al cabo, el líder supremo, que hasta ahora parece estar del lado del equipo negociador, había asegurado los días previos al acuerdo que hay que ser cauteloso con las criticas.
“Agradezco al presidente, oficiales y aquellos que hacen esfuerzos en este crítico campo”, expresó ayer el jefe del estado mayor de los Guardias Revolucionarios, Hasan Firuzabadi, en un mensaje que se interpreta como un apoyo implícito al líder supremo. Las palabras de Firuzabadi marcan, al fin y al cabo, la posición de la organización más poderosa del país.
Pero, pese a este apoyo, los próximos días pueden ser difíciles. Ayer los periódicos conservadores empezaban a mostrar su desconfianza sobre lo acordado y muchos temen que estas interpretaciones diferentes de unos y otros vayan a tener consecuencias catastróficas para un acuerdo final. Nadie duda que serán días difíciles para el presidente Rohani, pero sobre todo para el ministro Zarif, que mañana está citado a dar detalles a puerta cerrada en el Congreso.