Venga, Zubi, pon un tuit aunque sea
El otro defensa central contratado por el exdirector deportivo del Barça marca su segundo gol consecutivo
Seguro que se le habrá escapado alguna sonrisa en cualquier parte de este mundo en que se encuentre. De Andoni Zubizarreta, exdirector deportivo del Barça, que fue despedido por distintas razones, pero al que todos le criticamos sus fichajes y también su silencio para defenderse de los ataques de los que era objeto, poco se sabe desde que lo destituyeron. Lo cierto es que su despido ha coincidido con una remontada espectacular del equipo –y con esto no pretendo insinuar que era gafe– y también gracias a la colaboración de algunos de sus fichajes. Pero ayer seguro que la ironía le vendría a la cabeza donde esté cuando observó que Mathieu, uno de esas con- trataciones, daba por segunda vez consecutiva el triunfo al equipo de Luis Enrique en otro soberbio cabezazo.
El partido tuvo dos partes, como viene siendo lo habitual en los partidos del Barça. Suerte que Monzó estaba en línea porque si no hubiera sido más aburrido. Pero con Quim tuiteando sobre el partido, el juego se entendía mejor: “Creo que no estamos abriendo por las bandas” fue el primer mensaje del escritor. “Ai, que patirem”. “El Barça tendría que colocar algún hombre entre líneas”. “El hombre que tendría que colocar entre líneas sería un falso 9”. No tenía desperdicio.
Nunca me había entretenido tanto un partido seguido por televisión y leyendo tuits. La cantidad de técnicos que abundan en la red no me sorprende. Ya lo decía Rexach en sus tiempos de entrenador. Cada aficionado tiene alma de entrenador. Y eso es una gran verdad.
A Monzó le contestó más de un seguidor. “Fins que no obrim la llauna no es desencallarà el partit”, u otro que pedía que había que poner a calentar a todo el banquillo para presionar a los titulares. Y uno más avezado: “Estamos haciendo mal las coberturas en defensa y no estamos sacando bien la pelota en las transiciones defensa-ataque”. Con el tiempo, no descartemos que un entrenador de verdad, en el colmo de la desesperación, acabe siguiendo estos mensajes.
El caso es que la culerada sufrió mucho el domingo de resurrección. Si ya por la mañana, el escandaloso resultado del Real Madrid ante el débil Granada y la exhibición de Cristiano habían aguado un poco la mona de Pascua, que en muchos hogares catalanes se entrega el domingo, las colas de la operación retorno fastidiaron aún más a muchos barce- lonistas que no llegaron a tiempo a sus hogares para ver el encuentro, y poder tener una opinión particular sobre una nueva victoria del Barça de Luis Enrique.
Muy pocos pensaban, estoy convencido, que el Celta iba a ser un adversario fácil. Quien lo pensara seguro que era un inconsciente. El Celta es uno de los dos equipos que esta temporada le han ganado al Barça en el Camp Nou, y no con un fútbol de escasa calidad sino todo lo contrario. La abundancia de jugadores sudamericanos entre los gallegos y el buen gusto del argentino Toto Berizzo por un fútbol de toque han acabado fabricando un señor equipo, propio de estar en esa Liga de ocho o diez clubs con los que tanto el Madrid co-
mo el Barcelona pueden sufrir.
Quim Monzó se aburrió tanto en la primera parte, o prefirió irse a cenar, y ya no intervino en la segunda parte, que fue cuando el Barça resolvió el partido. En cualquier sitio donde se encuentre, Zubi debía enviar un tuit por lo menos de felicitación a Mathieu, su otro central, el bueno. Venga, Zubi, ánimo. Dinos algo.