‘Politico’ salta de la Casa Blanca a la gris Bruselas
El medio norteamericano desembarca en Europa de la mano de la editora del ‘Bild’
“Decir que Bruselas y la información política europea son aburridas es una auténtica tontería”, sostiene Bill Nichols, reportero liberado y editor de contenidos de Politico. Con este convencimiento ha desembarcado en Europa esta publicación en papel y digital made in Washington, que en ocho años se ha convertido en referente obligado de la información política en Estados Unidos.
Politico está en pleno proceso de expansión, local y global. Y Bruselas –y no la anglófona pero poco europeísta Londres– ha sido la ciudad elegida para lanzar en unos días su gran apuesta empresarial, Politico Europe. Su página web comenzará a funcionar el 21 de abril y dos días después se distribuirá gratuitamente su primera versión impresa en Bélgica, Luxemburgo, Alemania, Reino Unido y Francia (de momento). Trabajarán en inglés, “la lengua franca europea y la que habla nuestra audiencia principal”, afirma Florian Eder, director de Politico Europe y excorresponsal de Die Welt. Eder está al frente de una redacción de unas 40 personas, muy internacional, que en el futuro podría trabajar en más idiomas y que acaba de abrir delegaciones en París, Londres y Berlín. Axel Sprinter es el socio de su aventura europea. La editorial alemana es propietaria, entre otros, del diario alemán Die Welt y del periódico más leído del continente, el sensacionalista Bild.
Politico Europe aspira a triunfar en un empeño en que muchas otras empresas, de menor envergadura, han fracasado: crear “una publicación paneuropea” que trascienda la burbuja de Bruselas y la élite europea, aunque esta vaya a a ser su primer público. Su reto más inmediato es lograr que a primera hora del día los busquen a ellos antes que al Financial Times, su actual Biblia informativa.
Cuando empezaron en Estados Unidos, también les decían que a la gente no le interesaba la información política, que en los pasillos de Washington trataban temas demasiado arcanos para el gran público y que no funcionaría, cuenta Nichols. Su fórmula, sin embargo, triunfó. “Creemos que podemos replicarla en Europa”, afirma este periodista, excorresponsal de USA Today en la Casa Blanca, que ejercerá de enlace con la empresa matriz.
Bruselas, sede de las principales instituciones de la Unión Europea, tiene algunos paralelismos con Washington. Parte de su público allí es el enjambre de polí-
ticos, lobbistas, funcionarios y especialistas varios que pululan por los pasillos del Congreso, el Senado y la Casa Blanca. Esa sofisticada fauna, que también existe en Europa y tiene Bruselas como centro de gravedad, es el público al que ofrece servicios especializados de información de pago. De esos abonos obtiene el 50% de sus ingresos en Estados Unidos. Otro 40% procede de la publicidad impresa y la web, de libre acceso para el público generalista y el resto, de la organización de actos con los protagonistas informativos.
Además del problema de la fragmentación lingüística, en Europa tendrán el obstáculo de que su materia prima informativa no será Barack Obama, ni un presidente de todos los europeos susceptible de protagonizar una versión bruselense de House of
cards. Es decir, la lejanía de las instituciones y la falta de identificación de los ciudadanos con sus representantes en la UE. No les preocupa demasiado. Sus lectores, afirma Eder, serán variados pero “no vamos a ir a por el público general. Una de las claves del éxito en Estados Unidos ha sido no centrarse en el número de
clics en la web, sino en que procedan de la gente más influyente. Se puede construir toda una audiencia a partir de ese núcleo de lectores. Hay mucha gente que quiere saber lo que ellos saben, leer lo que ellos leen”.
‘Politico Europe’ aspira a llegar a un público paneuropeo y más allá de la burbuja de Bruselas