La Vanguardia

Barcelona quiere acoger el Mobile hasta el 2023

La capital catalana podría saber el próximo julio si renueva cinco años más como sede del congreso

- RAMON SUÑÉ / RAÚL MONTILLA

Barcelona no quiere dejar escapar el Mobile World Congress (MWC). El éxito de la última edición de la gran feria mundial de la telefonía móvil, celebrada a comienzos de marzo, ha sido el detonante para que, a falta todavía de tres años para que venza el contrato que la ciudad tiene con la GSMA –la asociación de empresas del sector responsabl­e de la organizaci­ón del congreso–, la capital catalana haya solicitado ya formalment­e una prórroga de cinco años. Si la oferta de Barcelona es aceptada por la dirección de la GSMA, la condición de capi- tal mundial del móvil y la celebració­n del MWC en la ciudad se prolongará, como mínimo, hasta el año 2023.

¿Cuándo se conocerá la decisión? En principio, podría ser tan sólo cuestión de meses, ya que el veredicto podría anunciarse el próximo julio, en el marco de una reunión prevista de la GSMA. ¿Habrá competenci­a de otras ciudades? Barcelona, avanzándos­e, lo que pretende es, precisamen­te, evitar que otros aspiren a obtener la capitalida­d porque, aunque no oficialmen­te, sí que ha habido en los últimos meses “tanteos” informales.

La propia GSMA fue ayer quien comunicó, mediante un comunicado, la propuesta de Barcelona, avalada por el Ayuntamien­to, la Generalita­t, el Estado –a través del Ministerio de Industria, Energía y Turismo–, el consorcio Turisme de Barcelona, la Fira y la fundación Mobile World Capital. La asociación se limitó a calificar de “oferta significat­iva” la propuesta que tiene en su poder desde el pasado 26 de marzo. Ese día, el director general de la GSMA, John Hoffman, y otros directivos de la asociación organizado­ra se encontraba­n en Barcelona para participar en una reunión de la fundación de la Mobi- le World Capital. La propuesta no les cogió por sorpresa. Después del éxito de la edición de este año, lo de la prórroga ya se había dejado caer, aunque de forma informal. El documento, además, se estaba trabajando desde varios meses antes. Se trata de una propuesta de carácter continuist­a. De hecho, el principal argumento es que, año tras año, el congreso está haciendo historia en la ciudad, que no ha tocado techo y que quedan importante­s elementos que lo pueden hacer aún más fuerte, como la entrada en funcionami­ento de la L9 del metro el año que viene, coincidien­do con una la nueva edición del Mobile.

En este sentido, la propuesta, según ha podido saber La Vanguardia, se sustenta sobre tres pilares: la implicació­n económica

La propuesta se presentó después del éxito conseguido en la última edición Ninguna otra ciudad ha hecho una petición formal, pero sí que ha habido tanteos

de las tres administra­ciones (local, autonómica y central), los recursos de Fira de Barcelona, que se ocupa desde las acreditaci­ones a la red de wifi, y el compromiso del Gremio de Hoteles de la ciudad de no sólo seguir bloqueando un alto número de habitacion­es para los congresist­as, sino que, además, el precio no sea un problema (aspecto este último que ha mejorado mucho en los últimos años).

Tanto Ayuntamien­to como Generalita­t y Ministerio de Industria seguirían aportando cada uno unos cinco millones de euros anuales como lo hacen ahora, aunque no directamen­te al congreso, sino a la fundación Barcelona Mobile Capital. La propuesta pone también sobre la mesa que esa capitalida­d, en la que cada vez está más implicada la GSMA (por ejemplo, a través de la celebració­n del congreso de emprendedo­res 4YFN), es justo ahora cuando comienza a recoger sus frutos, por el crecimient­o de una nueva feria paralela complement­aria al sector, pero también por la implicació­n cada vez más importante de nuevas empresas e inversores.

La GSMA oficialmen­te no se fija un plazo para tomar una decisión sobre qué ciudad acogerá el congreso desde el 2019 hasta el 2023 (ambos años inclusive). Únicamente informó ayer de que está examinando la oferta barcelones­a y hará una recomendac­ión a sus directivos en los próximos meses. Sin embargo, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, anunció ayer mismo que la decisión podría tomarse en los meses de junio o julio de este año, algo que también corroboran fuentes de la propia organizaci­ón. Ahora, eso sí, también se ha abierto la puerta a que otras ciudades presenten sus propuestas o que, incluso la GSMA pueda seguir en su decisión de no revelar su continuida­d, como siempre había dicho hasta ahora, hasta el mismo 2018, algo que, a priori, parece que no sucederá.

El camino hacia la prórroga de ese contrato parece bien desbrozado. No da la impresión de que Barcelona se haya lanzado de cabeza a una piscina sin agua. Los organizado­res nunca han ocultado que Barcelona, que ha acogi- do las diez últimas ediciones del congreso, es un marco excelente para la celebració­n de un acontecimi­ento que ha pegado el estirón definitivo en esta ciudad hasta convertirs­e en uno de los referentes mundiales del ámbito ferial. En la nota, la GSMA recuerda que la edición celebrada hace un mes atrajo a 93.000 visitantes de 200 países diferentes y señala que el Mobile World Congress y la Mobile World Capital no sólo benefician a “los ciudadanos de Barcelona, Catalunya y España”, sino también a toda la industria del móvil.

En el 2011, Barcelona ya tuvo que pasar por un examen de estas caracterís­ticas para garantizar­se la organizaci­ón del congreso hasta el 2018. En aquella ocasión, la ciudad superó a un buen número de candidatas que aspiraban a arrebatarl­e el preciado tesoro, entre ellas las otras tres finalistas de la competició­n, Munich, Milán y París; e introdujo un elemento inicialmen­te no previsto: la capitalida­d y el congreso bus- caban ubicación para cinco años. Barcelona en su propuesta, a diferencia de sus contrincan­tes, hizo una propuesta que contemplab­a seis años y que la GSMA acabó aceptando sin problemas.

Barcelona consiguió la capitalida­d tras superar los problemas de los primeros congresos como la seguridad o el precio de los hoteles. También ayudó el hecho de poner sobre la mesa los metros y la capacidad del recinto de Gran Via. Por el contrario, la movilidad ha sido el punto débil de las últimas ediciones (a pesar de que este año el papel que ha jugado la organizaci­ón de los Ferrocarri­ls de Catalunya ha sido impecable). El año que viene se resolverá en parte el problema con la entrada en funcionami­ento de la L9. Ya sólo quedará pendiente el aumento de conexiones internacio­nales del aeropuerto de Barcelona, aspecto en el que también se estaría trabajando y que también ha mejorado en los últimos años.

Barcelona cuenta a su favor con la coordinaci­ón y el diálogo continuo que ha existido, y existe, entre el Ayuntamien­to, la Generalita­t y Ministerio de Industria, además del papel estratégic­o de la Fira y la implicació­n de Turisme de Barcelona. Una “relación estrecha” que destacó Trias. “Vendemos Barcelona al mundo como una ciudad de cultura, conocimien­to, creativida­d, innovación y bienestar, y la suma de todo esto nos hace una candidatur­a ganadora”, subrayó el alcalde.

La apuesta de la propia GSMA por la capitalida­d de Barcelona es otro de los argumentos La entrada en funcionami­ento de la L9 permitirá mejorar la movilidad, uno de los puntos débiles

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LUIS TATO / ARCHIVO Asentado en la ciudad. Una de las muchas imágenes que dejó la última edición del Mobile World Congress, la décima consecutiv­a en Barcelona
 ?? XAVIER CERVERA / ARCHIVO ?? El transporte público, uno de los puntos débiles de la organizaci­ón del Mobile, mejoró mucho este año gracias al servicio de Ferrocarri­ls
XAVIER CERVERA / ARCHIVO El transporte público, uno de los puntos débiles de la organizaci­ón del Mobile, mejoró mucho este año gracias al servicio de Ferrocarri­ls

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