El Govern acepta el envite y propondrá una ley de horarios antes de julio
La plataforma de la sociedad civil Iniciativa per a la Reforma Horària logró ayer el compromiso público y acotado en el tiempo del Govern para avanzar en las reformas necesarias para propiciar una europeización de los horarios en Catalunya que mejoren la calidad de vida. El conseller Francesc Homs aprovechó su participación en la presentación del anuario elaborado por la platafor- ma para comprometerse a presentar antes de julio una “propuesta de pacto para la reforma horaria con los cambios normativos necesarios, acuerdos sociales e identificación de propuestas”.
El núcleo de la reforma que se impulsa pivota en modificar la extensa jornada laboral española y catalana, reduciendo la excesiva pausa del almuerzo, y avanzando la hora de la comida –y consecuentemente de la cena– para disponer de más tiempo personal. Un cambio general en la cultura del tiempo sin regulaciones rígidas ni apriorismos pero que modifique vivir exclusivamente en torno a los tiempos de trabajo. “Ha llegado la hora de tomar decisiones si queremos propiciar un cambio rotundo en los horarios y en cómo afectan a nuestra convivencia y nuestro día a día”, señaló el conseller. Se refería a esta extensa jornada laboral poco productiva, que impacta negativamente en la conciliación, el consumo cultural, el ocio, el sueño, un menor fracaso escolar o la participación social,
La idea del Govern es presentar su propuesta de pacto antes del verano, e impulsarla el último trimestre pero debe tenerse en cuenta que en septiembre hay elecciones al Parlament y la legislatura queda finiquitada. El Ejecutivo catalán, que se ha implicado con la participación del Con- sell Assessor per al Desenvolupament Sostenible da ahora un paso más con un compromiso de presentar esta propuesta de pacto, y al ver el apoyo social que está recogiendo esta plataforma transversal formada por expertos de diversa ideología. Aunque las medidas no se puedan aplicar esta legislatura, Homs indicó que quiere dejar listas unas medidas concretas que “permitan activar decisiones en un corto plazo”.
La plataforma Iniciativa per a la Reforma Horària ha trabajado también en paralelo y de la mano con la comisión de estudio creada en el Parlament, y se ha propuesto la elaboración de una ley de Horarios, como informaba ayer este diario, al entender que sólo con pactos de buena voluntad y pruebas pilotos no se impulsará una reforma compleja y que afecta a intereses diversos y contrapuestos.
Francesc Homs hizo una reflexión general señalando que hay que pasar del “horario franquista irracional” –la larga pausa del almuerzo debido a los dobles empleos y el huso de la Europa central– a un “horario democrático racional”. Se trata de establecer un marco normativo –con las reformas legales que sean necesarias– no para imponer horarios sino para facilitar una nueva cultura del tiempo.
Homs dice que hay que tomar decisiones para facilitar un cambio rotundo que mejore la vida diaria