Captor de imágenes para Milos Forman
MIROSLAV ONDRÍCEK (1934-2015) Director de fotografía checo
Captaba las imágenes que Milos Forman convertía en historias. Una meticulosa y brillante labor que le proporcionaría sendas candidaturas al Oscar como director de fotografía, por Ragtime (1981) y Amadeus (1984). Su película sobre el enfrentamiento entre Mozart y Salieri acabó cosechando ocho estatuillas, aunque la correspondiente a la de mejor fotografía terminó recayendo en el británico Chris Menges por Los gritos del silencio. Colaborador fetiche de Forman y asimismo responsable de las imágenes de producciones norteamericanas como El mundo según Garp (1982) o Despertares (1990), Miroslav Ondrícek murió en Praga el pasado 28 de marzo, a los 80 años, tras un coma inducido a consecuencia de un cáncer.
Retirado de la profesión desde el 2001, año en que ejerció como director de fotografía de Los chicos de mi vida, los últimos tiempos no fueron nada fáciles para Miroslav Ondrícek, a consecuencia de su frágil estado de salud.
Nacido en Praga el 4 de noviembre de 1934, Ondrícek realizó sus comienzos artísticos en el campo del documental. En 1964 debutaba en un cortometraje, segundo trabajo de otro joven cineasta, Milos Forman,
El coguionista de este cortometraje documental era Ivan Passer, otro colaborador habitual de Milos Forman y cineasta asimismo fundamental en la llamada nouvelle vague checa, contraria al poder establecido y surgida durante el breve periodo de cambio denominado la “Primavera de Praga”. La colaboración entre Forman y Ondrícek se consolidó con Los amores de una rubia (1965), candidata al Oscar a la mejor película de habla no inglesa.
Su trabajo conjunto proseguiría cuando Milos Forman marchó de su país para trabajar en el cine norteamericano, donde él y Ondrícek debutan con Juventud
sin esperanza (1971). También realizó su labor fotográfica en If… (1968) y Un hombre de suerte (1973), dos películas protagonizadas por Malcolm McDowell y dirigidas por Lindsay Anderson, uno de los líderes del free cinema británico, cuyo hondo sentido social y crítico provocó gran revuelo en su tiempo.
Miroslav Ondrícek volvería a reunirse con Milos Forman en Ragtime (1981), adaptación del superventas de E.L. Doctorow y que sacó de su jubilación a un James Cagney que ya había cumplido 81 años. La película obtuvo ocho candidaturas al Oscar, una de ella en la categoría de mejor fotografía.
Pero el mayor éxito de aquella colaboración basada en la amistad y la destreza artística fue sin duda Amadeus (1984), que le reportó a Ondrícek su segunda opción a la estatuilla. La colaboración entre ambos proseguiría en Valmont, drama romántico protagonizado por Colin Firth y Annette Bening y que adaptaba el clásico Las amistades peligrosas (1989). En el 2004, la American Society of Cinematographers le concedió un premio por el conjunto de su obra y contribución a la fotografía en el cine.