¿Un juego moral o frívolo?
La BBC lanza un juego interactivo sobre el drama de los sirios que huyen de la guerra e intentan llegar a Europa
¿Es menos moral jugar a ser un refugiado sirio que jugar, por ejemplo, al superventas Call of Duty y liarse a tiros? Puede que se trate de una polémica falsa, pero los medios británicos le están dando vueltas a un juego interactivo lanzado por la BBC en su página web que pone al jugador o jugadora en el papel de alguien que intenta huir de la guerra siria y llegar a Europa.
Syria Journey se basa en dece- nas de relatos personales recogidos por periodistas de la BBC entre los refugiados sirios y su objetivo es tratar de hacer comprender al público cómo de difícil, costoso, arriesgado y peligroso es para alguien salir de Siria y alcanzar Europa, y cuántas decisiones hay que tomar para conseguirlo. ¿Por Turquía o por Egipto? ¿Por tierra o por mar? ¿Confiando en los traficantes de personas o no? Según las opciones que se tomen, el refugiado puede acabar en Grecia o en Gran Bretaña, arruinado y perdido en Libia, otro país en guerra, o ahogado en el Mediterráneo.
Una partida –por así llamarla– solo lleva unos minutos. Sin duda es una manera cómoda de acercarse al horror, y los diarios sensacionalistas The Sun y Daily Mail han puesto el grito en el cielo. The Sun consultó a un experto en Oriente
La prensa sensacionalista británica critica la iniciativa, que se basa en historias reales de refugiados sirios
Medio, Christopher Walker, quien criticó “la decisión de la BBC de transformar el sufrimiento humano de millones de personas en un juego de niños”. Si se trata o no de lo que dice Walker, la mejor manera es comprobarlo. Syrian Journey ha tenido ya un millón de visitas, según la BBC que señala que “muestra al público las decisiones que afrontan miles de familias sirias cada día”, e insiste en que “se basa en historias reales”.
En efecto, el juego partió del periodista sirio afincado en Londres Mamdouh Akbik y la investigadora Eloise Dicker, que construyeron un relato múltiple a partir de situaciones tipo: el traficante que estafa, la patrullera griega que te devuelve a Turquía, las milicias libias a las que hay que pagar… Syria Journey apareció el 1 de abril en la web del servicio de la BBC en árabe y ya es accesible en seis idiomas.
Algunas voces en Twitter han dicho que se trata de una iniciativa “de mal gusto” por parte de la televisión pública británica. Para sus defensores, en cambio, genera em- patía más allá de las cifras de cientos de miles de refugiados, más allá de los relatos fragmentados en citas en crónicas periodísticas. El juego interactivo tiene un apéndice, llamado “¿Qué te llevarías?”, que ilustra sobre cómo y por qué un refugiado sirio se lleva determinado objeto, el único del que no se separará jamás: unos zapatos nuevos, un trombón, un silbato…
El diseñador británico de juegos Tomas Rawlings lanzó en el 2012
Endgame Syria y afrontó el mismo tipo de reacciones encontradas. Una cosa es jugar en el ordenador a la Segunda Guerra Mundial o la Guerra Civil española, es decir, con la idea de millones de muertos pero del pasado, y otra hacerlo mientras el telediario te ofrece el último parte de víctimas. Sobre Syrian Jour
ney, Rawlings ha dicho que la idea de que los juegos suponen trivializar las cosas está desfasada y que, al contrario, “te permiten ponerte en la piel de otra persona”.
Conmueva, conciencie o disguste, Syrian Journey desde luego no deja indiferente.