Excelencia en resultados
Victoria azulgrana que le permite mantener su ventaja al frente de la clasificación, aunque sin exhibir un fútbol seductor a unos seguidores acostumbrados a otras excelencias.
Comprender al entrenador.
Siempre he considerado que cuando se analiza a un entrenador lo primero que se debe hacer es interpretar lo que este ha intentado conseguir. No vale ir directamente al nivel de juego mostrado por el equipo y mucho menos agarrarse al resultado. Y cuando se ha comprendido el porqué de las cosas se puede alabar aquello que es positivo y que había un plan para ello y criticar aquellas planificaciones que no han conducido a conseguir el objetivo. Por otro lado es cierto que en muchas ocasiones el entrenador es el responsable de que un planteamiento lógico y coherente no haya sido eficaz por la falta de mentalización de los jugadores. Parece que Luis Enrique va a sufrir las referencias respecto al que ha sido el mejor equipo de la historia. Y que como no se ha podido clonar y los elementos más importantes del equipo se han trasladado del centro del campo a la línea de ataque ya no se puede ser lo que fue, pero en cambio se puede ser algo diferente sin tener que renunciar a ninguno de los campeonatos en juego. Es cierto que lo otro, lo que pertenece al pasado fue muchísimo mejor, pero ahora siguen aspirando a todo. Podríamos decir que Luis Enrique entiende y no tiene porqué estar equivocado, que a día de hoy es más eficiente aspi- rar a la excelencia en el resultado por encima de la excelencia en el juego.
Un claro ejemplo. Ayer el Barcelona salió con la colaboración del Almería a jugar en campo contrario. Donde Xavi debía ser el eje de todo y así repetir de alguna manera ese fútbol de posesión que desordena al rival. Pero ayer se demostró que eso no es posible. Que Xavi puede seguir teniendo la misma capacidad futbolística en toque e imaginación, aplicando las pausas o la velocidad extrema según le interese. Pero está lejos de ser lo mismo que en el pasado y cuando los patrones son diferentes, el resultado final del juego también es diferente. Cuando no existe la movilidad de antaño, cuando determina- dos jugadores son especialistas en jugar hacia delante y poco en jugar hacia atrás –no se trata de capacidad de sacrificio sino hacia dónde dirigen esa capacidad– no aparecen las diagonales que confunden a los defensas generándoles dudas y con ello espacios o bien las llegadas sigilosas de los hombres de la segunda línea. Faltan muchísimas cosas para aspirar a hacer aquello que llevó a la excelencia en el juego pero se tienen también todos los elementos como para ganar cada uno de los partidos.
Sergi Roberto está mostrando unas grandes prestaciones como pivote defensivo
Rafinha y Sergi Roberto. El ex del Celta se encuentra en una situación compleja. No está jugando mal, pero no acaba de encontrar su ubicación para rendir lo que se espera de él. Esta preso de su juego, que en verdad le debía favorecer la verticalidad que quiere Luis Enrique. Pero al final la existencia de tres bestias de futbolistas como Messi, Neymar y Suárez le lleva a diluir sus prestaciones. En cambio, Sergi Roberto está mostrando unas prestaciones impensables para muchos como pivote defensivo. Tiene muchas cualidades para ello sobre todo porque ha sabido convertir ese recorrido vertical de acompañamiento en un recorrido horizontal que le otorga la capacidad de ayudar a las bandas cuando el rival decide evolucionar por esa zona, que es donde más sufre el Barcelona.