El Govern no cederá en la transición nacional
La impugnación del comisionado no altera la línea de Mas
El Govern no tiene la más mínima intención de dar marcha atrás en el camino recorrido sobre la transición nacional. Esta es la respuesta que dará el Gabinete de Artur Mas al requerimiento de incompetencia formulado el pasado viernes por el Gobierno español, como paso previo a la interposición de recurso ante Tribunal Constitucional contra el decreto de creación del comisionado para la Transició Nacional, que ocupa Carles Viver Pi-Sunyer.
Después de la decisión del Gabinete de Mariano Rajoy, con la que pretende anular la existencia del comisionado por entender que es contrario a la Constitución, el Govern dispone de un mes para responder al requerimiento. Y, más allá de la argumentación política, defenderá la legalidad de la figura en las mismas leyes en que sustentó el decreto de creación del pasado 24 de febrero: la ley de la Presidencia de la Generalitat y del Govern, del 2008, que en su artículo 24 establece la posibilidad de nombrar comisionados y asignarles una actuación espe- cífica, y la ley de Organización, Procedimiento y Régimen Jurídico de la Administración de la Generalitat. De acuerdo con ambas –que derivan del Estatut y cuya constitucionalidad nunca ha sido cuestionada–, el comisionado para la Transició Nacional está adscrito al Departament de Presidència y sus funciones son el seguimiento de las estructuras de Estado y el impulso, coordinación e imple- mentación de las medidas necesarias para la culminación del proyecto soberanista.
El mismo 24 de febrero el presidente de la Generalitat nombró para ocupar el cargo a Carles Viver Pi-Sunyer, director del Institut d’Estudis Autonòmics, presidente del Consell Assessor per a la Transició Nacional y en su día vicepresidente del mismo Tribunal Constitucional. Carles Viver Pi-Sunyer, justamente, asistió el pasado martes por vez primera a la reunión del Govern para informar del desarrollo de sus funciones y está previsto que antes del 15 de julio comparezca públicamente para detallar el proceso de implantación de las estructuras de Estado.
En espera de cómo evoluciona la impugnación del Gobierno español, el Govern piensa, en todo caso, seguir adelante con el proceso de transición nacional. “Aunque al final no quede más remedio que acatar lo que diga el Tribunal Constitucional, lo que no haremos será dejar de trabajar en esta línea”, precisaron fuentes del Gabinete de Artur Mas, “con independencia de que se mantenga formalmente o no la figura del comisionado”.