Reposición bieitiana
Carmen
Autor: Georges Bizet, con libreto de Henri Meilhac y Ludovic Halévy, basado en la obra de Mérimée Intérpretes: Béatrice Uria-Monzon; Nikolai Schukoff, Massimo Cavalletti, Evelin Novák, Marc Canturri, Francisco Vas, Núria Vila, Ítxaro Mentxaka, Àlex Sanmartí. Cor del GTL. Cor Vivaldi Petits Cantors de Catalunya. Orquesta del GTL Director: Ainars Rubikis Lugar y fecha: Gran Teatre del Liceu (17/IV/2015) Ha vuelto al Liceu Carmen, una de las primeras producciones de Calixto Bieito que ha suscitado un interés extraordinario: en el Liceu no cabía ni un alfiler y el público respondió muy bien a la representación, que en esta producción se escapa de tópicos y de tradiciones interpretativas: el personaje de Carmen no tiene nada folklórico y su vestuario es el de una chica que cuida la presencia y baila poco, excepto cuando el argumento lo impone en el segundo acto. Béatrice Uria-Monzon ya cantó (con Roberto Alagna) la Carmen de la tem- porada 2010-11. Muy admirada en Francia, tiene una voz de mezzo interesante, pero no puede decirse que sea una intérprete apasionada por el papel; lo mejor de su interpretación es el último acto, con una fuerte intensidad dramática. El tenor Nikolai Schukoff también arranca la representación cumpliendo con una voz juvenil e interpretando adecuadamente en sus intervenciones y se distingue en el aria de la flor, pero donde se le ve vocalmente más convincente es también en los actos finales, en el enfrentamiento con Carmen y sobre todo en el cuarto, donde pasa de la súplica a la amenaza de forma matizada. Notable el barítono Massimo Cavalletti, que debuta en el Liceu tras una rápida carrera que lo ha lleva- do a muchos teatros importantes; solventa muy bien la célebre aria Toréador, que es difícil por su posición entre la tesitura baritonal y la de bajo, y luce buenos graves. En el breve dúo final, en cambio, suena más convencional. Como Micaëla, se presentó en el Liceu la soprano croata Evelin Novák, que convence plenamente, aunque el papel parece hecho para dar éxitos a sopranos líricas de calidad.
El Liceu puede aportar un contingente de cantantes de buen nivel en papeles de bastante relieve como los que ofrece esta obra: Frasquita (Núria Vilà), Morales (Àlex Sanmartí); Dancairo (el barítono andorrano Marc Canturri), el eficaz Remendado de Francisco Vas y, casi como de casa, Ítxaro Mentxaka en el papel de Merce- des. Citamos también al italiano Giovanni Battista Parodi como Zúñiga. Un equipo conjuntado por una dirección escénica que tiene momentos gloriosos como la entrada de los toreros del último acto, en el que el público aclama, detrás de una cuerda, a una comitiva que no se ve. Momento afortunado es el quinteto de los contrabandistas (tan de opéra-comique) y en cambio un poco desordenado el movimiento escénico del primer acto, entre automóviles y paquetes de contrabando. Magnífico el coro, por primera vez bajo la responsabilidad de Conxita Garcia, y muy bien la orquesta bajo la batuta del letón Ainars Rubikis. Señalamos también la eficacia del coro infantil que dirige Òscar Boada.