Zona gourmet
Hace medio año Bartomeu agasajó a la directiva del PSG llevándoselos a todos al Celler de Can Roca. Una cena en Girona en el mejor restaurante del mundo en el 2013-2014 –ahora esa mención es para el Noma de Copenhague y su inimitable serie de aperitivos– resultó una experiencia irrepetible para los rivales de los cuartos de Champions. Pero precisamente por eso, porque hay cosas que son irrepetibles, el presidente azulgrana ha decidido cambiar esta vez y se los trae hoy al restaurante del village para la reunión de comitivas previa al partido de vuelta. Servido por catering Mallorca, que a pesar de su nombre es una empresa madrileña, no llega a la categoría del Somni de los hermanos Roca, pero sí debe ser suficiente teniendo en cuenta que ayer ya sirvió al sonriente Bartomeu en su primer test de la semana junto a Joan Collet y con motivo del derbi del sábado. Y también se vio en una mesa vip a los cocineros con estrella Nando Jubany y Hideki Matsuhisa, de Can Jubany y Koy Shunka. Pero, además, a la propuesta gastronómi- ca del restaurante, este año hay que sumar la oferta de la zona Lounge gestionada por Gourmet La Vanguardia y fruto de la colaboración del grupo Mondofino y La Vanguardia. Allí es posible de- gustar combinaciones para no olvidar, como las anchoas premium de l’Escala, que Marc Teixidor sirve con oyster leaves (sí, ¡hojas con sabor a ostra!, que pertenecen a una planta muy abundante, sobre todo en Nueva Escocia, Canadá) y un toque de aceite Sum 100% arbequina que le confiere un punto sorprendente y dulce. O el foie de Imperia, los dulces de Mompi (un gigantesco panettone de diez kilos desapareció en el transcurso de la tarde demostrando que no sólo apetece en Navidad) y el atún de Grup Balfegó, capaz de un sushi memorable. Ese fue precisamente el almuerzo rápido pero exquisito que se permitieron las nadadoras Melani Costa y Gemma Mengual tras batirse en un duelo de lo más curioso con David Ferrer y Tommy Robredo. Bajo el eslogan “Agua versus tenis”, y gestionado por Peugeot, el asunto no terminó en la piscina como muchos vaticinaron, sino que las dos parejas se enfrentaron en un partido de minitenis desigual. Por supuesto que ganaron ellos, los tenistas, pero fue Melani Costa quien se alzó con todo el protagonismo. Aunque esta alta mallorquina de 25 años es toda una campeona del mundo y quiere repetir este verano en Kazán, ya se ha acostumbrado a ser noticia por ser la novia de Cayetano Martínez de Irujo (51). Se lo toma bien y con estilo. Igual que Alba Carrillo, que también convocó miradas y selfies sabiendo que no es tanto por ella como por su pareja, el guapo Feliciano López.