Sant Jordi llega con nuevas versiones de los clásicos
En el centenario de la publicación de ‘La metamorfosis’ de Kafka convergen ediciones de nuevas versiones de clásicos
LA TRANSFORMACIÓN ’ “De haberlo querido, Kafka habría titulado ‘Die Metamorphose’ y no lo hizo”
LUIS MAGRINYÀ
“Es importante que el lector vea el clásico como novedad, no como algo añejo”
Cuando la editorial Navona quiso dar nueva vida a La metamorfosis de Kafka la tituló La transformación. El traductor, Xandru Fernández, optó por traducir Die Verwandlung como La transformación a pesar de que La metamorfosis era un título mucho más sonoro y popular. “La razón es muy simple: de haberlo querido, Kafka habría titulado su obra Die Metamorphose, pero no lo hizo –aclara Fernández–. A los amantes del argumento de autoridad les alegrará saber que lo mismo opinaba Borges, a quien durante muchos años se atribuyó una deficiente y hoy día anónima traducción española de la obra”.
Este año se celebra el centenario de la publicación de ese famo- so libro de Franz Kafka, La metamorfosis. Ocurrió en octubre de 1915 en la revista Die weissen Blätter, en la editorial Kurt Wolff de Leipzig. Un mes después la misma editorial decidió publicarla como libro independiente dentro de su colección Der Jüngste Tag.
Aprovechando esa circunstancia sobre la novela que nos relata la vida de Gregorio Samsa convertido en un monstruoso insecto –no hay acuerdo en cuál: ¿cucaracha o no?– Nórdica ha elaborado una edición especial, ilustrada por Antonio Santos.
Franz Kafka escribió el libro entre noviembre y diciembre de 1912, justo en el momento en que la relación con su prometida, Felice Bauer, atravesaba su primera crisis importante.
Pero no sólo las criaturas de Kafka han vuelto a la vida. Son muchos los grandes clásicos de los que se están forjando nuevas versiones en los últimos años, algunos de ellos con magníficas ilustraciones.
En Nórdica, Colección Ilustrados, han aparecido ya más de 70 títulos. “Nos parecía una excelente manera de dar nueva vida a textos de autores imprescindibles de la literatura universal –explica Diego Moreno– con cuidadas traducciones y contando con el trabajo gráfico de los mejores ilustradores”.
Para el editor que ha dado nueva vida a La cata o Un disfraz equivocado, de Pessoa, “no se trata de hacer un libro más bonito, sino de que el ilustrador realice
un discurso gráfico ba sado en el texto”. Pero su narración puede ser diferente de la del escritor. ¿Qué hacer entonces? “Asumirlo. Al final el resultado que buscamos es que ya no podamos leer de nuevo un clásico sin asociarlo a la visión gráfica del ilustrador”.
Sexto Piso apuesta por los “clásicos renovados” desde hace tres años. “Escoger libros que consideramos imprescindibles y darles un aire nuevo”, explica Lluïsa Matarrodona. “Siempre escogemos ilustradores reconocidos como Scafati o Pacheco para que además de una buena traducción las ediciones resulten atractivas. Que no dé pereza leer un clásico y que al lector le entren ganas de
retomarlos”. Alicia en el País de las Maravi
llas, de Lewis Carroll (por Peter Kuper), En busca del
tiempo perdido o Moby Dick, por ejemplo. Este tipo de adaptaciones a la manera de cómic o novela gráfica han tenido especial buena acogida en escuelas e institutos.
Para Luis Magrinyà, director de las colecciones de clásicos de Alba Editorial, es necesario buscar un valor añadido a los clásicos. Su primera experiencia fue la traducción de Jane Eyre encargada a Carmen Martín Gaite en 1999. Desde entonces han dado salida a otros como La se
ñora Bovary de Flaubert (traducido por M. Teresa Gallego Urrutia, con su polémico cam
bio de título). “No sabemos si es verdad (no todos los traductores están de acuerdo) que cada generación necesita una nueva traducción de un clásico –se cuestiona Magrinyà– pero sí es cierto que los criterios de traducción cambian. Creemos que es importante que el lector vea el clásico como novedad, no como algo añejo. Libros con cosas que decir”.
Edhasa hace tiempo que empezó a recuperar grandes autores. “Y estas lecturas son a las que todos, en algún momento, deberíamos acudir. Deberían estar editadas de la mejor forma posible”, defiende Penélope Acero. Ellos han trabajado revi-
sando grandes autores: Thomas Mann, Albert Camus, Edgar Allan Poe...
No fueron los únicos en recuperar Las mil y una noches.
También lo hizo Atalanta. “Evidentemente es más fácil promocionar a un autor vivo que puede ser entrevistado, hacer presentaciones y comentar en los ambientes literarios que un autor chino, como el Maestro de las Carcajadas (autor del Jin Ping Mei), del que nadie sabe nada ni de él ni de su época”, mantiene Jacobo Siruela.
“No pocas veces la contracorriente acaba siendo corriente –asume el editor de esta selecta editorial– y en esos inciertos mares es en donde nos gusta navegar en Atalanta. Los clásicos deben ser nuestros amigos. Al principio demandan más esfuerzo pero, una vez que los sabemos apreciar son una delicia para toda la vida”.
En DeBolsillo publicaron la gran edición panhispánica de la obra completa de Shakespeare, cinco volúmenes. “En mayo nacerá Penguin Clásicos –importación del clásico sello británico– con una edición de la obra completa de Christopher Marlowe, el gran dramaturgo inglés, rival de Shakespeare”, explica el editor Andreu Jaume. Lumen afronta clásicos como El libro de la vida de Santa Teresa o una nueva aproximación al mito de la Sirenita de Hans Christian Andersen según Carmen Riera.
Sabemos que Franz Kafka, en su día preocupado por preservar el misterio de su “bicho monstruoso”, envió una carta al ilustrador que debía encargarse de La metamorfosis, Ottomar Starke. “El insecto mismo no puede ser dibujado –le decía– ni tan solo puede ser mostrado de lejos”. Sugirió posibles ilustraciones. Finalmente, la editorial respetó el deseo del obsesivo Kafka: un dibujo del padre del protagonista, en bata y tapándose la cara, fue portada.