El rostro del mal
‘The Guardian’ afirma que Al Bagdadi estuvo a punto de morir en marzo
El diario británico The Guardian asegura que Abu Bakr al Bagdadi, el autoproclamado califa del Estado Islámico, fue herido de gravedad en un ataque aéreo el 18 de marzo en el oeste de Iraq.
El Estado Islámico reivindica un ataque con explosivos contra la embajada de España en Libia
Abu Bakr al Bagdadi, el autoproclamado califa del Estado Islámico (EI), fue herido de gravedad en un ataque aéreo el 18 de marzo en el oeste Iraq, según publicó ayer el diario británico The Guardian citando fuentes iraquíes y diplomáticas occidentales.
Según dichas informaciones, el líder yihadista sufrió heridas que pusieron en riesgo su vida y, aunque desde entonces se ha ido recuperando lentamente y ya está fuera de peligro, todavía no ha retomado por completo el control del día a día de la organización. Su estado llegó a ser tan grave que la cúpula del EI se reunió de urgencia para designar a un nuevo líder en caso de que Al Bagdadi muriese, asegura el artículo.
Es al menos la tercera vez que se da al califa Ibrahim –así le llaman sus seguidores– por herido o muerto. Lo mismo ocurrió en noviembre y diciembre pasados. En una de estas ocasiones, fue reconocido a través de una grabación de vídeo, al pie del vehículo cuatro por cuatro en el que viajaba y que había sido alcanzado por un ataque aéreo, por el carísimo reloj que luce en su muñeca derecha.
Según un diplomático occidental citado por The Guardian, el bombardeo aéreo del 18 de marzo tuvo como objetivo un convoy de tres vehículos en el que viajaban cabecillas locales del Estado Islámico, entre las localidades de Um al Rus y Al Qaran, en el distrito iraquí de Al Baj, cerca de la frontera de Siria. Las autoridades, sin embargo, ignoraban que Al Bagdadi también iba en el convoy cuando lanzaron el ataque, que produjo tres muertos.
Se cree que Al Bagdadi, de nacionalidad iraquí, pasa la mayor parte de su tiempo en el distrito de Al Baj, a unos 400 kilómetros de Mosul, un bastión suní que habría escogido como refugio porque la coalición que encabeza Estados Unidos contra el EI no tiene recursos de información en esa zona. Tampoco el Gobierno de Bagdad (dominado por los chiíes). De hecho, Al Baj permaneció lejos del control del Gobierno iraquí incluso en la época de Sadam Husein, y se ha convertido en un refugio de yihadistas.
Al Bagdadi, cuyo verdadero nombre es Ibrahim al Badri, nació en 1971 en Samarra (Iraq), fue predicador en varias mezquitas y desde joven, bajo el régimen de Sadam, fue salafista. Durante la ocupación estadounidense de Iraq comenzó a militar en los grupos de la insurgencia.
Al mando del EI conquistó en verano del 2014 Mosul –donde se proclamó califa– y otras localidades de Iraq y Siria, llegando a controlar un tercio de ambos países. En los últimos meses el EI ha perdido terreno: hace unas semanas perdió la ciudad de Tikrit ante una ofensiva del ejército ira- quí, apoyado por milicias chiíes, y los kurdos le han arrebatado localidades sirias e iraquíes.
El Estado Islámico, sin embargo, sigue extendiendo su influencia por la región, donde varias organizaciones yihadistas han jurado lealtad a Al Bagdadi y han fundado franquicias locales. En Libia, la rama del EI reivindicó ayer un ataque con explosivos contra la embajada española en Trípoli, la medianoche del lunes al martes. El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, explicó que el artefacto, que no causó heridos, era una “bomba casera” y que los daños han sido “muy limitados”.