‘Consolats de mar’
El Govern de Mas aplicará la parte de la ley catalana no recurrida ante el TC
A pesar de los recursos jurídicos e impugnaciones del Gobierno español, la Generalitat está decidida a mantener su política exterior.
Lejos de dar su brazo a torcer, la Generalitat mantiene su política exterior a pesar de los recursos e impugnaciones del Gobierno español. Como si de un pulso se tratara, el Govern dio a conocer ayer dos iniciativas en este sentido: la aprobación del proyecto de ley de la comunidad catalana en el exterior, que atribuye a los catalanes residentes en el extranjero el papel de “agentes de la diplomacia pública”, y la decisión de aplicar la parte de la ley catalana de acción exterior no recurrida por el gabinete de Mariano Rajoy ante el Tribunal Constitucional.
Ni una semana después de que precisamente el Alto Tribunal admitiera a trámite este recurso, el gabinete de Artur Mas, en su habitual reunión de los martes, optó por no apartarse ni un milímetro de la hoja de ruta sobre la proyección internacional de Catalunya. Por un lado, aprobó el proyecto de ley de la comunidad catalana en el exterior, que regula e institucionaliza las relaciones entre la Generalitat y los catalanes residentes en el exterior, a los que reconoce como sujetos con derechos y deberes de la acción de gobierno. La nor- ma, que sustituirá a la vigente desde 1996, pretende apoyar al creciente número de catalanes que se encuentran en el extranjero –con 140 comunidades reconocidas oficialmente en todo el mundo– y fortalecer, de paso, la proyección exterior de Catalunya. El objetivo es, en fin, poner al día la regulación, ante la evidencia de que “los cambios sociales, políticos y tecnológicos han convertido a los catalanes en el exterior en agentes destacados de la diplomacia públi- ca catalana con un papel activo en la construcción nacional del país y en su proyección internacional”, según palabras del conseller de Presidència, Francesc Homs.
La previsión es que la futura ley, que establecerá también una polí-
Una nueva ley atribuye a los catalanes en el extranjero el papel de “agentes de la diplomacia pública”
tica integral sobre el hecho emigratorio catalán, sea aprobada por el Parlament en los poco más de tres meses de legislatura efectiva que restan. Algo para lo que el portavoz del Govern espera que no exista el más mínimo problema, toda vez que la nueva norma se fundamenta en las competencias que el Estatut confiere a la Generalitat en materia de política exterior y, más específicamente, de relación con los catalanes residentes en el extranjero.
El gabinete de Artur Mas, por otra parte, tomó igualmente la decisión de seguir aplicando todos los “puntos esenciales” de la ley de acción exterior que no han sido suspendidos por el Tribunal Constitucional, lo que permitirá, según detalló Francesc Homs, crear, por ejemplo, el consejo catalán de acción exterior o confeccionar el plan estratégico de acción exterior, a pesar de las “ganas de obstaculización” y del “abuso de poder” del Gobierno español.
Y también en materia exterior, y aunque en este caso no tiene competencias, el Govern encargó al Institut Europeu de la Mediterrània que elabore un informe con medidas para hacer frente al drama de la inmigración, que piensa poner en conocimiento de las autoridades de la Unión Europea.