Sudáfrica despliega el ejército ante la oleada de ataques a inmigrantes
Sudáfrica comenzó ayer a desplegar el ejército en las “zonas volátiles” del país para ayudar a la policía a hacer frente a la oleada de violencia contra los inmigrantes, que ya ha provocado siete muertos en tres semanas, anunció la ministra de Defensa.
Las últimas víctimas han sido una pareja de Zimbabue, atacada a tiros la noche del lunes en el township de Alexandra, un gueto muy pobre de Johannesburgo. El sábado un mozambiqueño vecino de Alexandra fue asesinado a puñaladas a plena luz del día.
La ministra de Defensa, Nosiviwe Mapisa-Nqakula, se desplazó a Alexandra para anunciar la movilización del ejército ante una situación de “emergencia”. “La decisión no ha sido tomada a la ligera”, añadió, al tiempo que calificó la medida como “el último recurso” para “recuperar la autoridad del Estado”.
Además de Alexandra, las tropas ya han sido desplegadas en Kwazulu-Natal (este del país), donde se produjeron los primeros brotes de violencia. Hacía días que varios gobiernos extranjeros, incluidos los de China, Nigeria o Zimbabue, reclamaban a Sudáfrica que desplegara al ejército para garantizar la seguridad de los inmigrantes.
Además de los siete muertos, los ataques contra inmigrantes africanos y asiáticos de las tres últimas semanas han obligado a unas 5.000 personas a abandonar sus hogares. Decenas de familias de Zimbabue, Mozambique o Malaui huyeron de Alexandra el sábado por la noche debido a los saqueos a comercios regentados por extranjeros y los ataques a sus viviendas. Más de 900 extran- jeros han sido voluntariamente repatriados a sus países.
No es la primera vez que la violencia xenófoba sacude Sudáfrica: en mayo del 2008 una oleada de ataques contra inmigrantes dejaron 62 muertos. El gobierno ya recurrió entonces al ejército.
Con un paro del 25%, muchos sudafricanos acusan a los extranjeros de robarles el trabajo. No ayudan algunas declaraciones incendiarias. El poderoso rey zulú, Goodwill Zwelithini, dijo hace unas semanas que los extranjeros deben “volver a sus países”. Ahora asegura que sus palabras fueron malinterpretadas.